Planta de Galmed de Port de Sagunt. EPDA
La
Comisión Europea de la Competencia advirtió a ThyssenKrupp y Tata
Steel de la posible creación de un monopolio, en el sector del acero
europeo,
en el caso de continuar con su propuesta de fusión,
planteada en
junio del año pasado. La fusión
Tata-ThyssenKrupp fue notificada a la Comisión Europea en septiembre
de 2018 y dicho organismo,
que tiene el deber de evaluar las fusiones y adquisiciones para
evitar monopolios en Europa que impidan significativamente la
competencia, manifestó su
preocupación porque
este acuerdo de fusión podría
reducir la competencia en el suministro de varios aceros de alta gama
y por tanto que
los
potenciales
clientes
se vieran
afectados
por
una selección reducida
de proveedores y
precios más altos.
Si
bien aún no se han revelado los detalles de las propuestas,
parece poco probable que, cualquier concesión que se realice a las
peticiones de la Comisión Europea, afecte a los trabajadores
siderúrgicos alemanes y es muy factible que la solución pase por
vender activos en Bélgica, España y el Reino Unido con
el fin de
obtener la aprobación de la UE para la empresa conjunta propuesta.
Esta
solución implicaría vender Galmed,
la línea de galvanización en caliente de Thyssenkrupp en España,
que podría ser ofrecida a un campo de compradores potenciales entre
los que se encuentra Salzgitter. De hecho un Director Ejecutivo de
Salzgitter ya ha manifestado públicamente que el grupo valorará con
interés la posible oferta de activos por parte de Thyssen, entre los
que podría encontrarse la línea de galvanizado en caliente Galmed.
Esta posible transacción no implica, en principio, ningún riesgo de
deslocalización de las producciones de acero en Sagunt, sino una
desinversión, tal y como se produjo años atrás, cuando la misma
Comisión de la Competencia obligó a desinvertir a Arcelor en el año
2003 tras la fusión de los grupos Arbed-Aceralia-Usinor que tuvo que
vender a ThyssenKrupp las instalaciones de Galmed.
No
obstante, la
Comisión tiene hasta el 5 de junio para revisar las propuestas de
las empresas y tomar una decisión,
por lo que aún queda recorrido en las negociaciones para saber cual
será el futuro de la planta de Sagunt, aunque para CCOO la decisión
del Grupo ThyssenKrupp pasa, nuevamente, por proteger el empleo en
Alemania en una política proteccionista, dejando caer al resto de
plantas en los diferentes países europeos.
Este
nueva incertidumbre sobre la industria de Sagunt pone de manifiesto
la necesidad urgente de poner en valor la industria y el valor como
territorio potencialmente industrial, donde los diferentes inversores
tengan un atractivo y apuesten por el desarrollo de los proyectos en
el territorio de manera proteccionista, tal y como se realiza en
países como Alemania y Francia donde no se cuestiona el modelo
industrial como motor de la economía, buscando soluciones.
En
la tarde de ayer el Comité de Empresa, donde CCOO tiene la totalidad
de representación, traslado a la Asamblea de Trabajadores de primera
mano las gestiones realizadas, tanto ante el Comité de Empresa
Europeo, como ante la Dirección del Grupo en Alemania, así como la
información de la que se dispone en este momento.
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