Juan Vicente Yago
Portada de La Valencia literaria desde el espacio narrativo Aunque no suele decirse, los índices de lectura son, por
lo general, índices de lectura de novelas. La narrativa es el género por excelencia
para sondear las costumbres literarias de la sociedad. Seguramente porque la
inmensa mayoría de los lectores busca entretenimiento.
La investigación, la filosofía
o el ensayo no suelen considerarse para elaborar estadísticas de lectura, por
mucho que se les habilite un apartadillo en el algoritmo. El sector de la
población que puede servir de muestra es francamente reducido. Poco relevante. Los
textos de investigación, filosofía y ensayo se han conceptuado tradicionalmente
como textos farragosos, abstractos y, por tanto, poco entretenidos; los menos útiles
para distraer un rato de ocio.
Y puede que semejante sambenito esté justificado.
Sin embargo, como toda regla, ésta cuenta con sus excepciones. La última tesis
doctoral que ha publicado la UNED, por ejemplo. Corresponde al número 47 de su
colección Interciencias, y bajo el título La
Valencia literaria desde el espacio narrativo es una prueba fehaciente de cómo
el talento y el dominio de la palabra pueden transformar una investigación en una
lectura no sólo amena, sino absolutamente deliciosa.
A lo largo de sus páginas
el autor, Francisco López Porcal,
nos descubre la Valencia literaria de las últimas centurias; la Valencia que ha
sido escenario de miles de novelas; la Valencia repleta de historia, de arte y
de rincones en los que han sucedido tantos hechos imaginados como reales. La
capital del Turia se ofrece desde hace siglos a los novelistas como venero de
historias y como escenario pletórico de posibilidades.
Y en La Valencia literaria desde el espacio
narrativo, que constituye un texto clásico más que una tesis doctoral, todo
ese brillante caleidoscopio de ubicaciones para historias y de historias que
han encontrado ubicación se hace visible ante los ojos del lector. Valencia se
hace literatura en sus espacios, en la imaginación de quienes la eligieron como
tramoya fecundísima para sus narraciones. López
Porcal ha dado con el secreto de una difícil crisopeya literaria: ha
combinado una buena dosis de lecturas, un puñado de aguda especulación, una
ralladura de sabrosa elegancia sintáctica y un buen chorro de amor a la capital
de la luz, el arte, la historia y la narrativa, y con todo ello ha destilado un
extraordinario elixir que confiere a su tesis doctoral el atractivo de una
novela.
López Porcal nos descubre
cómo Valencia, en su medievalidad, en su renacimiento, en su barroquismo, en su
ilustración y en su modernidad enriquece con una paleta de matices inacabables
y sorprendente versatilidad a todas las narraciones que se ambientan en ella.
Con La Valencia literaria desde el
espacio narrativo esta ciudad se nos muestra en todo su esplendor desconocido.
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