María Oliver. FOTO PACO QUILES La ciudadanía pide propuestas que sean factibles no hechos
grandilocuentes. El próximo 26 de mayo, para que todos y todas nos sintamos a
gusto en la València innovadora, amable y acogedora en la que queremos vivir, le
pregunto a María Oliver, candidata a la alcaldía del Ayuntamiento de València
por Unides Podem.
- Mª Oliver, ¿a quién representa?
- A mucha ciudadanía enamorada de su ciudad que hemos
invertido muchísimos años en poder vivir aquí y que en un momento determinado vimos
que se estaba impidiendo, sobre todo por el tema de la corrupción, que el
talento de la ciudad tuviera oportunidades. Represento a un generación que han
tenido que migrar, como muchísimas personas que se han formado conmigo, tanto en
el instituto como en la carrera, y se han tenido que ir; yo me vi en la
circunstancia de decir, o apuesto por València o me voy, porque fuera para los
arquitectos hay trabajo y teníamos ofertas de trabajo, pero llevo trabajando
aquí de arquitecto, de artista fallero, en el ámbito de la investigación. He tenido
bastante contacto con ciudades italianas y de alguna manera creo que el respeto
por el patrimonio, en un sentido no político sino en un sentido amplio. Quiero defender
esta ciudad como una ciudad que a futuro puede ser un referente a nivel europeo
de calidad de vida, creo que tiene todos los elementos, creo que la corrupción
nos ha hecho mucho daño, no solamente por la imagen sino porque de alguna
manera es apostar por la mediocridad y creo que tenemos estupendos profesionales
en el ámbito del diseño, en el ámbito del periodismo, en el ámbito de todas las
carreras técnicas, etc.
- ¿Vas a luchar por generar conciencia de ciudad porque es
calidad de vida? ¿Cómo lo vas a conseguir?
- Sí, al final es conciencia de ciudad y que todos y todas
formemos parte de la construcción de la ciudad. Aquí la han estado construyendo
un grupo de privilegiados que han impuesto, de alguna manera, su criterio. Las
ciudades son como ecosistemas, tenemos que cuidar ese ecosistema porque si no
nos convertimos en “monocultivos” y creo que se pierde diversidad y perdemos
todos.
- Parte del cimiento de tu visión ¿Es la cultura de
producción, de acción, para que se convierta en una herramienta de inclusión
social? La Mutant, EL TEM, incluso La Rambleta ¿Es una manera de apostar por la
cultura?
- Creo que en el ámbito de la cultura es donde más se ha
notado el cambio de gobierno, ya no solo por la gestión nuestra, que ha sido
coger los teatros municipales con gestión pública y ponerlos al servicio a la
ciudadanía. Por ejemplo el Centro Cultural del Carmen, que lo lleva el
compañero José Luis, ha hecho un cambio y un trabajo maravilloso y al final eso
se nota, porque a través de eso se le está dando cancha a proyectos como “Cabanyal Íntim”, “Russafa Escènica”, incluso las mismas Fallas, que de alguna
manera estaban trabajando de manera autónoma, y lo que se está es generando
muchas sinergias y dando cabida a que el privado se anime, un privado muy
diverso y que interpela a muchas disciplinas.
- Después del 26M ¿A qué áreas quisieras tener acceso que
te sirvieran de contrapeso pues en este momento no tenéis Hacienda y sí has
representado Vivienda, Patrimonio, Cultura, Educación?
- Lo que cambiaría más bien sería la forma de trabajar. Hay
áreas que son troncales como son Hacienda, Urbanismo, que no se pueden llevar
cómo compartimientos estancos porque nos estamos jugando, a nivel estructural,
todo el modelo de ciudad; si hay uno de los tres partidos que la lleva de
manera autónoma estamos haciendo trampas porque la ciudadanía ha votado un
gobierno diverso y ya no es tanto que sillón queremos sino de qué manera vamos
a trabajar más por objetivos políticos que por áreas.
- El problema a resolver es que hay muchos concejales en
una misma área ¿Podría ser que la ciudadanía quiera que actuéis más de manera
unitaria? Y si así fuera ¿Cómo se tiende un puente de entendimiento con EU?
- Nosotros nos reivindicamos en nuestra diferencia pero de
una manera siempre inclusiva. Hemos sido desde Podemos, las que hemos
interpelado directamente a EU, a Compromís, y allá donde haya un programa común
nuestra idea es ir juntas porque luego, ya trabajando, vamos limando un poco
las posibles diferencias, pero también hay que reivindicar nuestra diferencia fundamental
que es el modo de financiación que tenemos y los perfiles que tenemos; no somos
políticos profesionales que estemos en política mirando por nuestras carreras,
ni le debemos nada a nadie y creo que esa diferencia es importante. Independientemente
de que luego busquemos coaliciones con gente con la que compartimos programa,
aunque no compartamos la manera de generar partido, por decirlo de alguna
manera.
- Me ha impresionado que seas de las pocas que quieras
distinguir la concepción de la figura del alcalde. ¿Desde tu visión cuál es?
- Venimos de mucho tiempo en un concepto casi de mayorías
absolutas, donde la gente dice “cuando yo gobierne haré esto y esto”. Ahora
mismo tenemos un panorama que solamente tiene una realidad y es que esté quien
esté tiene que pactar. Creo que sí, que hay revisar el concepto de alcalde,
igual que en las empresas se está revisando el concepto de jefe. La
inteligencia comunitaria es un valor, trabajar en equipo es un valor. Desde
UNIDES PODEM es otra cosa que ponemos encima de la mesa; sí que genera un poco
de ruido porque la transparencia y el trabajo en grupo siempre generan más
fricciones pero al final, viene a ser la diferencia entre dictadura y democracia.
La ciudadanía se tiene que acostumbrar al debate y muchas veces se impone tu
postura, a veces, se impone la del otro grupo, pero estamos trabajando en un ámbito
bastante común.
- Referente a la València que cuida, me congratula que
todos los partidos apuesten por la educación, UNIDES PODEM por extraescolar
gratuita pero indícanos otras posturas.
- Después de 4 años de concejal de Educación lo que nos
hemos dado cuenta es de que hay una segregación muy grande dentro de la propia
ciudad, en barrios, pero se traduce también en el alumnado en los centros y
esto provoca dos problemas fundamentales: Uno, el absentismo escolar. Hemos
puesto en marcha un plan de absentismo para desjudicializar los casos y en solo
un año hemos bajado de 68 a 3 niños, ha sido espectacular y esos niños que no iban
al colegio eran de las preocupaciones de las asociaciones de vecinos del
Marítimo, como de Orriols, como de otros barrios. Teníamos dos técnicos para
toda la ciudad, hemos multiplicado por 5 la dotación pero queremos duplicarlo otra
vez porque creo que tiene un efecto muy bueno sobre las familias y otro tema es
el abandono de la formación por parte de los mayores de 19 a 20 años, que creo
que tiene bastante que ver con el modelo de ciudad. Vamos a apostar por una
renta de segunda oportunidad para gente que tenga entre 20 y 24 años para
impulsar ciclos formativos. Modelo que tenga una pata en la tecnología y otra en
la innovación, porque creo que la juventud está trabajando pero no de manera
reglada y luego no genera currículum y le cuesta mucho encontrar un trabajo y esta
ciudad tiene mucho talento.
- Parte importante es la Huerta Valenciana, la gran
olvidada ¿Cómo se impulsa?
- La Huerta Valenciana es un paisaje natural y un paisaje
trabajado y si lo dejamos de trabajar pues se va a convertir en algo absurdo. Creo
que la sostenibilidad alimentaria al futuro va a ser muy importante, de hecho
los grandes bloques mundiales se están preocupando mucho y el municipalismo
tiene bastante que ver con eso. Solamente consiguiendo que los centros
educativos de la ciudad consumieran productos de proximidad tendría un impacto
brutal. Hemos hecho la “Sostenibilitat al Plat” es un proyecto que queremos interpelar
a Conselleria para que los centros educativos de la ciudad, todos, lo pongan en
marcha. El producto de proximidad lo que necesita es que la administración
invierta en el sobrecoste que supone respecto a otro tipo de alimentación, pero
sí que es verdad que se ha hecho un proyecto educativo paralelo acompañado de
talleres para toda la comunidad educativa, padres y madres, profesores/as,
niños/as y también los propios cocineros/as, haciendo la reflexión de qué
estamos comiendo, de dónde viene, qué tipo de sustancias químicas llevan o no,
el tema de la salud y la verdad es que ha funcionado muy bien.
- No secundasteis el PAI del Grao ni el de Bemimaclet ¿Qué
quieres secundar? ¿Cuál es el futuro que vislumbras para el Cabanyal?
- El tema
urbanístico es uno de los grandes nudos que tenemos que deshacer porque venimos
con un plan general de los años 80, con un modelo de ciudad basado
prácticamente en la especulación como manera de sacar ingresos por parte del
Ayuntamiento. En los ayuntamientos a nivel estatal, comparado con otros países
europeos, tenemos una financiación muy baja, si queremos afrontar, digamos,
asumiendo que las ciudades ya no vamos a crecer más, si queremos afrontar el
desarrollo de los sectores que quedan, lo que proponemos nosotros es declarar
los estratégicos e implicar a otras administraciones, por ejemplo en un ARU, ayudas
para rehabilitación de ciertos barrios que lo hemos hecho en el Cabanyal,
participa la Generalitat, el Ministerio y nosotros. Sectores estratégicos como el
encuentro de la ciudad con la huerta y el otro es, ni más ni menos, que el
encuentro del río con la Marina, que es la joya de la corona. Con el
soterramiento del Grao no podemos desarrollar eso si no nos ayuda la
Generalitat y el Ministerio, y no estemos 30 años con un barrio que se queda
entre un río por resolver y unas vías ahí. Lo que no puede ser es que tú
llegues desde aquí a la Marina y no puedas pasar.
- Viviendas sociales, alquileres sociales para que las
personas accedan a una vivienda digna. ¿Qué propuestas nos indicas ahora como
Concejala de Vivienda y Patrimonio y candidata a la alcaldía de València?
- Hemos empezado con las ayudas de alquiler y con el
servicio de mediación que eran las cosas que pensábamos que era de urgencia
inmediata. Para que te hagas una idea Barcelona tiene unas 10.000 municipales
de alquiler social y València cuando llegamos tenía 200. Ayudamos a las familias
en un 40% de lo que es el alquiler, indirectamente generamos alquiler social en
todos los barrios, el Grao, Orriols-Rascanya, Jesús. Nos llama mucho la
atención que 60-70% son mujeres, la precariedad se centra mucho en ese
colectivo. Estas ayudas nos están sirviendo para ver cómo suben los alquileres,
dónde está realmente el problema e ir trabajando en la presión sobre otras
administraciones, para que nos ayuden a los ayuntamientos, como el cambio de la
Ley de Arrendamientos Urbanos que conseguimos pasar de los 3 a los 5 años de
contrato, pero la regulación de los precios de alquiler, que sería fundamental
regular en zonas concretas y evitaríamos el éxodo de unos barrios a otros, que
lo que hace es que aumenten los precios incluso a nivel metropolitano.
- ¿La clave del 26M es el voto del indeciso? ¿Es la
concienciación de barrio, el contacto directo con el ciudadano desde políticas
sociales para visibilizar vuestras propuestas?
- Hay dos líneas, cuando estamos votando, no estamos votando
tanto un partido que lo estás votando sino un pacto, si votas a Ciudadanos y PP
sabes que va tener que entrar VOX y con ello el fundamentalismo de derechas,
claramente machista, xenófobo, ahí sí que vamos apelar a la gente de derecha,
sobre todo al votante de Ciudadanos, porque creo que es un votante nos podría
votar a nosotros, al PSOE o a Compromís, si hace una reflexión y medita las
propuestas de unos y otros. Hay una reivindicación de la necesidad de que
nuestra apuesta política esté en el Ayuntamiento porque siendo los programas
muy similares entre Compromís y nosotras, nosotras sí que hemos demostrado
tener la libertad de defenderlo y Compromís tiene muchos compromisos. Hay que
anteponer el interés ciudadano a los intereses de algunas empresas.
- Con la experiencia de artista fallera a tus espaldas ¿Qué
criterio vais a tener con la Ciudad del Artista Fallero, con la especulación de
los alquileres de sus naves?
- He estado trabajando allí un año y la industria fallera es
mucho más que la Ciudad del Artista Fallero. La industria fallera ha cambiado
mucho, hay artistas falleros que sí que se pueden apañar un poco en esas naves
pero son naves pequeñas para lo que significa hoy hacer una falla. Una empresa
de artistas falleros rentable normalmente hace bastantes fallas en serie,
trabaja en un proceso industrializado de impresoras 3D. Estamos hablando de una
tecnología bastante avanzada pero creo que es importante que la Ciudad del
Artista Fallero acoja a todos aquellos artistas falleros que trabajan con la
tecnología tradicional, es algo que hay que proteger y poner en valor, porque
al final el resultado igual no es tan espectacular pero sí que tiene un valor
histórico importante y abrirse allí a personas que están trabajando con
marionetas, que trabajan con el mismo material y con el mismo punto de vista y
esto diversificaría el trabajo de los artistas falleros, sobre todo con artes
escénicas, incluso interiorismo en arquitectura, intentándolo enfocar desde esa
vía.
- Me impresiona lo que una vez manifestaste: “esta ciudad
no era para mí, me tenía que marchar, y justo ahí, decidí implicarme” ¿Por qué
ese cambio de 360º?
- Por la maternidad, nos cambia, nos cambia bastante el
punto de vista y de alguna manera te hace anclarte a un sitio.
- ¡Por lo tanto València se ha convertido en tu hogar!
- Sí, quiero que mis hijos se desarrollen aquí si quieren,
pero lo que no quiero es que se tengan que ir por tener una vida digna.
- ¿Cómo candidata a la alcaldía de València por qué vas a
luchar por tus hijos y por los ciudadanos de València?
- Oportunidades, lo que la gente merece aquí son
oportunidades porque aquí talento nos sobra y creo que dejarnos de “monocultivos”,
dejarnos empresas que nos están imponiendo este “monocultivo” y dejar que todas
las “especies autóctonas” podamos desarrollarnos aquí, creo que eso nos
beneficia a todas aunque, a lo mejor les baje los beneficios a unos pocos.
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