Miguel Chavarría En 2011 heredó el Ayuntamiento más endeudado de España, ¿cómo se gestiona eso?
Tras las elecciones municipales de 2011 hubo una apuesta de todos los grupos políticos, a excepción del PP que había gobernado hasta ese momento, para frenar el endeudamiento. Cuando estaba en la oposición le decía siempre al entonces alcalde Manuel Álvaro que la única manera de salir del pozo era dejar de cavar. Eso fue lo que hicimos cuando entramos al gobierno para tratar de buscar una salida a la complicada situación económica del Ayuntamiento.
Agujero económico, desmanes urbanísticos… ¿cómo se llegó a esa situación?
Durante el mandato del PP, en Alboraya todo era posible, todo era gratis… Había una expectativa urbanística importante con operaciones especulativas que se suponía que iban a incrementar notablemente los ingresos municipales. Uno de los presupuestos que se plantearon llegaban a los 130 millones de euros. Todo esto hizo que se comprometieran gastos que, luego, no se pudieron cubrir con los ingresos. Las previsiones no se cumplieron y llevaron al Ayuntamiento a una situación tremendamente complicada.
Alboraya fue entonces de los primeros consistorios en poner en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
Efectivamente, el PP puso en marcha uno de los primeros ERE municipales de España para recortar en Personal. Cuando entramos al Ayuntamiento en 2011 había preparado un segundo Expediente de Regulación de Empleo, pero pudimos frenarlo y, a partir de ahí, empezamos a trabajar con los funcionarios que teníamos.
¿Qué medidas se tomaron?
Hicimos un presupuesto de ‘guerra’ en el que cualquier gasto se pensaba y se repensaba. Lo peor fue cuando empezamos a descubrir que debíamos dinero por todas partes. Íbamos a alguna institución extramunicipal y había una deuda de, por ejemplo, 500.000 euros. En el EPSAR debíamos 400.000 euros… Y así sucesivamente. Cuando sumamos el montante total había una deuda de 140 millones de euros que para un Ayuntamiento que tenía un presupuesto anual de 17 millones de euros era una barbaridad. Desde la oposición sabíamos que se debía mucho, pero no imaginábamos que el pozo era tan hondo. Era urgente frenar la mala gestión. Los vecinos de Alboraya no merecían esta situación, así que nos pusimos manos a la obra para tratar de, poco a poco, ir recuperando la normalidad.
¿Esta segunda legislatura ha sido menos complicada?
Ha sido menos complicada, pero evidentemente la deuda se sigue pagando. La participación del Estado que reciben todos los ayuntamientos en nuestro caso es un 50 por ciento menor porque se destina al pago de la deuda que se tenía con los proveedores.
¿Qué objetivos se marcó el PSOE para estos últimos cuatro años?
Nuestro objetivo fundamental siempre ha sido que los ciudadanos tuviesen los servicios necesarios. Ellos no tenían la culpa de la bancarrota que se había generado. La idea es: tenemos que pagar la deuda pero a la vez estamos obligados a prestar los servicios que la ciudadanía merece y necesita. Hicimos una renegociación de las grandes contratas como la limpieza viaria, la recogida de basura y jardines y playas. Obtuvimos alguna mejora y dejamos de pagar facturas antiguas con los intereses correspondientes. Esto supuso un alivio para las arcas municipales mientras se mantenían los servicios.
Otro de nuestros objetivos se centró en solucionar las necesidades educativas tanto en Secundaria como en Primaria. Había una problemática de falta de espacio en el instituto de La Patacona que nos ha llevado a tener muchas reuniones con la Conselleria de Educación y la solución se ha encontrado con la aportación de un terreno en esta zona del municipio, dado que en el casco urbano no los teníamos, para disponer de un nuevo centro educativo que cubriría la demanda en Secundaria. El proyecto ya está en licitación mientras el actual instituto se ha dotado con nuevas aulas prefabricadas de mayor calidad. En paralelo, se ha conseguido dar los pasos necesarios para disponer de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), necesario para disponer de suelo dotacional para cuestiones como las educativas (con la previsión de construir nuevos colegios), las deportivas o zonas verdes.
También hemos apostado fuerte por las playas y el turismo. Tras el esfuerzo por dotar de mejores servicios a nuestras playas, hemos conseguido la Q de Calidad Turística otorgada por el Ministerio de Turismo. Se ha mejorado el equipamiento de nuestras playas, hemos incorporado material para el baño adaptado, se ha incrementado la actividad con una amplia oferta deportiva o con talleres. Hay pocos sitios en el mundo que tengan una playa junto a una huerta como la de Alboraya.
La cultura, el comercio, el deporte, la movilidad sostenible, los servicios sociales o la seguridad ciudadana, entre otras cuestiones, han supuesto también una prioridad para el gobierno socialista.
¿Qué ha quedado pendiente de resolver?
Han quedado cuestiones como la construcción de una piscina cubierta que puede ser posible con el nuevo Plan General. Tenemos diseñada una nueva zona de ocio donde caben este tipo de instalaciones deportivas. También en Urbanismo tenemos pendiente el desarrollo del sector de Patacona-Vinival, donde está un edificio tan emblemático como las antiguas bodegas que se convertirán en dotacional y, alrededor de este inmueble, se diseñará la nueva zona de Patacona con suelo para servicios educativos y sanitarios.
¿En Alboraya no hubo ‘Pacte del Botànic’ en 2015, ¿cabría la posibilidad de plantear un pacto de izquierdas después del 26M si fuera necesario?
En 2015 no invitamos a pactar a Compromís porque hacía poco que había decidido romper el acuerdo de gobierno suscrito en la legislatura anterior. Sí lo hicimos con Izquierda Unida, pero no quisieron entrar. Imagino que si fuera necesario, sí se suscribiría ese pacto del bloque de izquierdas.
El PP de Alboraya ha renovado lista con una candidata nueva al frente, otros partidos de derechas vienen pisando fuerte, ¿cómo ve la situación?
Con mucha tranquilidad, el pueblo tiene que valorar lo que se ha hecho y votar lo que considere. Confío en que sabrán reconocer el esfuerzo que se ha hecho en estos años.
¿Qué opina del adelanto de las autonómicas?
Creo que ha sido una decisión acertada por parte de Ximo Puig. Con esto se singulariza la Comunidad Valenciana y se permite que los municipios tengan más protagonismo en mayo.
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