Toni Quintana
Hace tan solo unos días, el
congreso rechazó los Presupuestos Generales del Estado 2019, unos presupuestos
que después de 7 años de recortes por parte del PP, querían devolver los
derechos sociales y económicos a la ciudadanía y sobre todo a aquellos que peor
lo han pasado y lo están pasando por la crisis económica.
Unos presupuestos que por
primera vez en muchos años, a nuestra tierra llegaban con la cifra que nos
corresponde por población y aportación del PIB al Estado.
El presidente Sanchez cumplía
así con la Comunitat Valenciana y con el President Puig, para seguir avanzando
como sociedad y poder, poco a poco, olvidarnos del lastre, que 20 años de
gobierno del PP nos dejaron.
Unos presupuestos que llegaban
con mas de 1000 Millones de euros en inversiones, inversiones muy necesarias no
solo en nuestra comunidad sino también en nuestra comarca.
Infraestructuras tan
necesarias como la línea de cercanías C3 o la autovía A3, principales líneas de
comunicación con Valencia, ademas de la N330.
Pero como al principio
afirmaba, eran unos presupuestos para la ciudadanía, unos presupuestos sociales,
que ayudarían a paliar el gran deficit de las políticas sociales del anterior
gobierno de la derecha.
Medidas como la subida del
salario mínimo interprofesional o la recuperación del subsidio para mayores de
52 años, iban a suponer una ayuda importante para aquellos y aquellas personas
que peor lo han pasado o lo están pasando.
También los autónomos, un sector
que tanto aporta a la economía del país, y que por fin tienen a un gobierno que
realmente piensa en ellos. Seguramente no hubiera sido un acuerdo perfecto,
pero sí que era un principio por donde empezar a trabajar.
El “no” también se ha
olvidado de las personas dependientes, para las que había una subida importante
de la partida, y sobre todo algo que hubiéramos recuperado los gobiernos
socialistas: la cotización a la seguridad social de las cuidadoras no
profesionales, algo que en nuestra comarca hubiera sido más positivo si cabe,
porque, por desgracia, la media de edad de nuestra población es bastante alta y
en la mayoría de los casos, son las familias, hijas o hijos quien los cuidan.
Otras partidas que tenían
importantes subidas son las becas para nuestros jóvenes y las ayudas para
conseguir el primer empleo, algo tan necesario como se ha demostrado en los
últimos planes de empleo promocionados por la Generalitat como el EMPUJU y
ENCUJU.
La despoblación como problema
de estado se debe de acometer con políticas y con presupuesto y la partida
especifica para ello, aparecía con una importante cantidad en los presupuestos,
algo que junto a las destinadas por la Generalitat, poco a poco hubiera ayudado
a que nuestros municipios fueran mas atractivos para todo aquel que decida
quedarse o volver.
Y solo para acabar, no quiero
olvidarme de la infrafinanciación que padecemos como autonomía. El presidente
del gobierno lo dijo, creo, a la semana de tomar posesión, que en esta
legislatura no se iba a abordar como tal, pero es cierto que ya se está
trabajando a través de la conferencia político-financiera para ir llegando a
acuerdos.
Pero los acuerdos de mayorías donde primen los
intereses de la ciudadanía antes de los intereses partidistas eran una utopía.
Los líderes de las derechas están más preocupados en agitar a calle y en
provocar el enfrentamiento que en llegar a acuerdos. No les interesaba aprobar
estos presupuestos. No importa la irresponsabilidad de dejarnos a todos sin
ellos. Con este “no” perdemos todos.
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