Estela Hontanilla Cualquier proceso selectivo genera gran incertidumbre. Está claro que las pruebas, y más en el sistema aplicado en las oposiciones a maestros y profesores, provocan dudas y nerviosismo por la subjetividad inmersa en el proceso.
Este año contamos con un cambio importante que puede mejorar, si se aplica correctamente, en aras a perseguir una mayor objetividad. Este cambio consiste en que la primera parte de la oposición será anónima y se evitará la lectura o exposición directa frente al tribunal.
La mayor preocupación que tenemos es que este proceso cumpla con los criterios de igualdad a la hora del reparto de notas y se haga una lectura por todo el tribunal de cada uno de los temas desarrollados por los aspirantes.
En cuanto a las notas, una exigencia de este sindicato año tras año ha sido que el proceso sea revisable y que aparezcan las notas desglosadas de cada aspirante, pudiendo observar y comprender en qué ha fallado el opositor y pudiendo haber correcciones al finalizar cada una de las revisiones de cada parte del proceso.
Este sistema de revisión se aplica en otras comunidades autónomas y es un proceso que da garantías al aspirante y le permite mejorar de cara a futuros procesos selectivos. Sin embargo, a pesar de las repetidas peticiones, acabamos de encontrarnos ya que en las pruebas previas al proceso selectivo, en las que se demuestran las competencias de valenciano de nivel C1, ha habido cerca de un 90% de aspirantes no aptos que no tienen derecho a una revisión de la nota ni a un desglose de la misma para poder saber en qué han fallado.
Entendemos que la transparencia debe aparecer en todas las fases del proceso selectivo, incluidas estas fases previas de demostración de los requisitos lingüísticos, y es por ello que exigimos a la Conselleria que establezca un periodo de revisión de notas. Asimismo, entendemos que estas revisiones deben estar presentes en todo el proceso selectivo y si existen errores se deben enmendar en el periodo a destinar para estas revisiones.
El hecho de poder optar a ver los errores hace que los opositores comprendan dónde deben incidir o mejorar en futuros procedimientos selectivos, da calma y ayuda a entender mejor la calificación obtenida.
En ocasiones, las personas que corrigen dichas pruebas también pueden haber cometido algún error e incluso modifica la calificación del aspirante. Es incluso una medida que evitaría futuros procesos de recursos judiciales que tanta incertidumbre y nerviosismo genera entre los funcionarios ya nombrados en prácticas
Por supuesto consideramos que serían necesarios otros cambios importantes que garanticen la objetividad y que mejoren el sistema de oposición como pruebas no eliminatorias en las que ciertas partes de las pruebas pueden compensar las otras. El hecho de que se valore todo el proceso de forma global mejoraría la percepción del aspirante y permitiría que todo el mundo presentara su programación que lleva trabajando y elaborando durante tiempo.
Deseamos que los aspirantes reciban el mejor trato posible en sus futuros procesos selectivos y que puedan cumplir sus sueños.
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