José Enrique Aguar. EPDAJosé Enrique Aguar fue alcalde durante 16 años con mayorías absolutas. Nacido en Russafa, es defensor de la cultura y tradiciones valencianas, diputado provincial y presidente nacional de Contigo Somos Democracia. Es el candidato de esta formación a la alcaldía del 'cap i casal'.
Porque creemos que se puede hacer política con sentido común, que no la marque nadie desde arriba, que sea cercana y comprometida con el territorio. Hay que hacer políticas sin bloques de derechas ni de izquierdas. Hay buenas iniciativas en todos los sitios.
La palabra 'centro' no me gusta. Yo me defino socioliberal, como mi partido, en educación, sanidad, cultura y derechos sociales somos socialdemócratas, pero entendemos que las administraciones no están para crear trabajo ni riqueza, por eso somos liberales a la hora de apoyar a pymes, empresarios y autónomos, que son los que realmente generan riqueza en la ciudad.
Nosotros nos presentamos para desarrollar nuestro programa electoral. Lo primero que analizaríamos serían los programas electorales y las propuestas que se recogieran del nuestro. La militancia decidirá pero sí tenemos claro que no engañaremos a los ciudadanos y nunca daríamos la alcaldía a Joan Ribó (Compromís). Eso sí, en el bloque progresista hay personas muy válidas.
He sido 20 años alcalde y eso es una experiencia. Me veo capactiado para desarrollar cualquier área del Ayuntamiento, pero creo que hay que trabajar mucho en el área de Cultura, Fiestas y Tradiciones de la ciudad de València, adaptarlas a los nuevos tiempos y con un prisma menos ideológico y mirando más por las tradiciones de la ciudad. Creo honestamente que se han perdido cuatro años.
Es el Casal de la Ciutat. En València tenemos 300 comisiones que no tienen local donde hacer sus presentaciones. Queremos construir un edificio en la Ciudad Fallera que albergue dos auditorios donde celebrar dichas presentaciones, festivales de playback, teatro, etcétera y conjugando con el Museo del Artisto Fallero, reubicando aquí la Junta Central Fallera, así como crear espacios para que se ubiquen empresas del textil, orfebrería y complementos. Esto crearía un foco de riqueza en un barrio abandonado como es la Ciudad Fallera. Se dinamizaría la fiesta y la cultura, ya que habría actividad durante 150 días al año.
Hemos estudiado otros países, como Japón, que tienen transportes eléctricos y no contaminantes que conectan los extrarradios de las ciudades. Tenemos que poner en valor la gran cantidad de vivienda que hay en las pedanías del Sur -Pinedo, El Saler, El Perelló y El Palmar- que no tienen acceso digno. Se tarda casi lo mismo en ir a Cuenca en AVE que venir de El Perelló al centro de València durante los meses de verano. De El Perelló a Pinedo hay 20.000 viviendas que se utilizan sólo 15 días al año. Hay que trabajar para que se conviertan en primera residencia. Para ello necesitan esa accesibilidad al centro de la ciudad para ir a su puesto de trabajo. Esos barrios están muertos 11 meses al año y conseguiríamos revitalizarlos y que se invirtiera en rehabilitación.
