El Ayuntamiento de Albal, a través del Centre Verd, comenzó la pasada semana el tratamiento para controlar la proliferación de colonias de procesionaria, cuya aparición este año se adelantó a mediados de marzo debido a las condiciones climáticas. La evolución de la plaga puede variar según las altas temperaturas durante el invierno, la escasez de precipitaciones o los efectos del cambio climático, que está alterando los ciclos biológicos de muchas especies.
El método utilizado es la endoterapia, una técnica empleada en arboricultura y fitosanidad para proteger los árboles y plantas frente a plagas, enfermedades o deficiencias nutricionales. Consiste en la inyección directa de productos fitosanitarios o nutrientes en el sistema vascular del árbol, evitando la pulverización aérea o la aplicación al suelo y reduciendo así la contaminación ambiental. Este método ofrece un efecto más prolongado en comparación con aplicaciones foliares o radiculares.
El tratamiento se aplica entre agosto y septiembre y ayuda a prevenir la proliferación de estas orugas. Se complementa con la eliminación manual de nidos cuando se detectan y con el uso de trampas de captura en aquellos casos en los que no es posible acceder a los árboles.
El concejal de Urbanismo, Valero Eustaquio, afirma: «Aunque ahora no hay presencia de orugas, es el momento de comenzar el tratamiento, como hicimos el año pasado, respetando la normativa vigente». Además, subraya que «es una actuación muy necesaria debido al riesgo que representa para nuestros vecinos y sus mascotas».
El tratamiento se ha centrado en áreas como el Replà de la Ermita de Santa Ana y otras zonas con concentración de pinos, donde el año pasado aparecieron los nidos de forma prematura. Contrario a la creencia popular, la procesionaria no solo afecta a los pinos, sino que también es frecuente en cedros. Su nombre se debe a la forma característica en que se desplaza en fila, como en una procesión.
En caso de contacto con la procesionaria, se recomienda no rascar ni frotar la zona, lavar con abundante agua y jabón neutro (sin usar agua caliente, para evitar liberar más toxinas), aplicar frío local, evitar la exposición al sol y usar antihistamínicos si es necesario. Ante dificultades para respirar, inflamación severa o reacción alérgica, es imprescindible acudir al médico.