La picaresca española es mÃtica. Desde el Lazarillo de Tormes, el español de a pie siempre ha encontrado la fórmula para saltarse la ley o bordearla. Con la pandemia, los ejemplos se cuentan por miles, pero nos vamos a fijar en uno que un lector asiduo de El Periódico de Aquà nos ha remitido. Sucedió el jueves en Quart de Poblet, en la comarca valenciana de l'Horta Sud, a las 8 de la mañana. Un grupo importante de personas se agolpaban en la entrada, como si de una terraza, pero sin sillas ni mesas, se tratase. El concepto 'comida o bebida para llevar' no se entiende por parte de algunos individuos, que hacen uso de esa picaresca para hacer corrillo, tomarse el café o el carajillo, hacer tertulia sin guardar las distancias de seguridad y disimulando.
A partir del 1 de marzo se prevé que vuelvan a abrirse las terrazas al menos en bares, cafeterÃas y restaurantes, aunque siempre manteniendo las distancias de seguridad y manteniendo las mascarillas mientras no se esté comiendo o bebiendo. #nobajemoslaguardia