La Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (AVAESEN) ha presentado su informe anual sobre la potencia renovable instalada en la Comunitat Valenciana, y lo ha hecho desde el parque fotovoltaico 'Luzem - San Antonio', en Requena (Valencia). El documento pone cifras al preocupante estancamiento del desarrollo de las energías limpias en el territorio valenciano, en contraste con el avance registrado a nivel nacional.
Mientras que en el conjunto de España las energías renovables ya suponen el 66% de la potencia eléctrica instalada, en la Comunitat Valenciana ese porcentaje apenas alcanza el 35,6%. Según el informe, en 2024 se instalaron en todo el país 7.300 nuevos megavatios (MW) de energías limpias. De ellos, apenas 32 MW se ubicaron en territorio valenciano, todos ellos fotovoltaicos. No se añadió ni un solo megavatio eólico ni de otras tecnologías renovables. Esto implica que la aportación valenciana a la nueva potencia renovable nacional fue de tan solo el 0,44%. Además, la región apenas representa un 3% del total de producción renovable del país.
Un ritmo insuficiente para 2030
Los datos del informe son contundentes: si se mantiene el ritmo actual, la Comunitat necesitaría 258 años para alcanzar los objetivos marcados por el Decreto-Ley 14/2020, que establece metas de 6.000 MW solares y 4.000 MW eólicos antes de 2030. Hoy por hoy, solo se ha alcanzado un 8% del objetivo solar y un 31% del eólico.
No obstante, desde AVAESEN se reconoce un cambio de actitud por parte del gobierno autonómico, especialmente tras la aprobación del último Decreto Ley, que ha agilizado los procesos de autorización de nuevas instalaciones. A pesar de ello, la patronal advierte que aún es pronto para ver resultados tangibles, ya que muchos proyectos autorizados en años anteriores no llegaron a ejecutarse.
Señales de cambio y advertencias
Pese al escenario actual, el informe de la asociación valenciana señala signos de posible inflexión. En 2024 se concedieron autorizaciones administrativas para más de 1.800 MW de proyectos solares y 104 MW eólicos. De materializarse, podrían marcar un cambio de tendencia, aunque AVAESEN insiste en que una mejora real dependerá de la agilidad de los procedimientos de licencias.
Uno de los grandes déficits señalados en el informe es la ausencia total de proyectos de baterías operativos en el territorio valenciano. Esto contrasta con su enorme potencial: la región concentra el 50% de la capacidad nacional de turbinación y bombeo gracias a una única instalación. Según AVAESEN, desarrollar almacenamiento energético es clave para la integración de renovables y para la estabilidad del sistema, especialmente de cara al cierre previsto de la central nuclear de Cofrentes.
El riesgo del apagón y la necesidad de consenso
En el contexto nacional, el informe destaca que las emisiones de CO₂ cayeron un 16,7% en 2024 respecto al año anterior, reflejo del mayor peso de las renovables en el mix energético. Pero en el territorio valenciano más del 64% de la electricidad sigue generando con fuentes no renovables.
Pedro Fresco, director general de AVAESEN, subrayó que el almacenamiento es esencial no solo para incorporar más energía verde, sino también para evitar situaciones de vulnerabilidad como el apagón ocurrido el pasado 28 de abril: "Es la gran revolución energética de los próximos años", sentenció.
Por su parte, el presidente de la asociación, Marcos J. Lacruz, pidió mayor implicación institucional y social: "La Comunitat Valenciana no puede dejar pasar el tren de la transición energética. Tenemos unas condiciones óptimas y una cadena de valor envidiable para ser referentes en Europa".
Lacruz concluye con un llamamiento al liderazgo compartido: "El reto ya no es técnico ni tecnológico. Lo que necesitamos es liderazgo público-privado, coordinación administrativa y consenso social para desbloquear los cientos de expedientes pendientes. De lo contrario, perderemos una oportunidad histórica de desarrollo sostenible y de atracción turística basada en energía limpia y asequible".