Roberto Rovira. - EPDAHacer balance de 2023 nos lleva irremediablemente a recordar el asesinato machista de nuestra vecina Fátima el pasado 29 de noviembre. Una víctima más de las más de 1200 mujeres asesinadas desde el año 2003, esta vez en nuestra Ciudad. Evidencia de que la violencia machista sigue presente en la sociedad y es nuestra obligación combatirla desde todas los frentes posibles. El discurso de la extrema derecha ha sido especialmente vomitivo en esta ocasión, no solo por el negacionismo al que nos tiene acostumbrados sino por el ataque a nuestros Servicios Sociales, al Departamento de igualdad y a su plantilla. Vaya por delante toda nuestra solidaridad y agradecimiento al enorme trabajo del personal de ambos departamentos que día tras día se dejan la piel, sobre todo en situaciones tan sensibles como esta en las que dan lo mejor de sí mismas e incluso más de lo que podemos imaginar.
Quisiera recordar este año 2023 por haber cumplido compromisos y reivindicaciones que hemos conseguido que sean una realidad. Por fin el esperado IES número 5 está acabado y en funcionamiento, el pabellón polideportivo del Puerto está acabado después de tantos años y la primera fase de la rehabilitación de la Gerencia ha sido un paso enorme para la recuperación de este espacio emblemático de nuestro Patrimonio Industrial.
Pero tenemos mucho trabajo por delante los próximos años. Nuestra Ciudad va camino de sufrir cambios importantes que requieren de inversión y coordinación de todas las administraciones. Son urgentes las mejoras en servicios públicos básicos como sanidad, educación y servicios sociales. Necesitamos una apuesta decidida por el transporte sostenible con la inversión necesaria y decisiones valientes en materia de movilidad que hagan más amable y habitable nuestra Ciudad, más zonas peatonales y mejora de nuestras zonas verdes urbanas.
Tenemos que seguir cumpliendo compromisos y reivindicaciones sociales, acabar el Museo Industrial y de la Memoria Obrera, ejecutar la segunda fase de la rehabilitación de la Gerencia, seguir peleando por un Malecón Público y Verde, exigir el proyecto de regeneración de nuestras playas del norte y las inversiones necesarias en nuestro Patrimonio. Y, por supuesto, defender nuestra industria de la mano de los sindicatos, de trabajadores y trabajadoras frente a la avaricia empresarial desmedida como Galmed.
No es posible acabar estas líneas sin denunciar el genocidio que está sufriendo el pueblo palestino a manos de Israel y trasladar toda nuestra solidaridad. Más de 20.000 muertes de las que 8000 eran niñas y niños y 6200 mujeres. Una masacre que continua para un pueblo que difícilmente pasará unas fiestas navideñas.
