DÃa 3 de mayo del año 2020, en este mismo periódico publicaba esta columna:
"Es la hora de dar ¡el 300 por cien! Eran las seis de la tarde del dÃa 3 de mayo y desde el trece de marzo, no habÃa salido de casa.
Hoy hablo en primera persona. He llevado el confinamiento al pie de la letra, he intentado aprovechar el tiempo al máximo, he vivido en familia, me he dedicado a estudiar, escribir, hablar, compartir muchos ratos con personas que necesitaban conversar, haciendo posible que los dÃas pasaran con la mayor vehemencia posible.
Como dirÃa Alaska en sus mejores momentos, alguien podrá pensar: "¿A quién le importa lo que yo haga? ¿A quien le importa lo que yo diga? Y efectivamente asà es, pero la canción nos sigue advirtiendo: "Yo soy asÃ, y asà seguiré, nunca cambiare…" y al pasear en este primer contacto con mi Casinos, con NUESTRO CASINOS, me he encontrado con la cruda realidad, que me transportó a la mente otra estrofa de una canción de Alaska y Dinarama:
"¿Cómo pudiste hacerme eso a m�" y la canción lo narra: "La calle desierta, la noche ideal. Un coche sin luces no pudo esquivar. Un golpe certero y todo terminó entre ellos de repente." Me quedo con la primera frase, la calle desierta, el pueblo desierto… apenas casi nadie por las calles y todos atendiendo las medidas de seguridad. Somos un pueblo obediente.
Hace cinco años de aquella pandemia que a todos nos iba a cambiar, de la que Ãbamos a salir más reforzados. Que ideas más hermosas y que poca lógica hemos tenido al ponerlas en práctica.
Ese 2020 sin fiestas, respetando las distancias, con entierros silenciosos, con puertas abiertas para desterrar el miedo, con momentos cargados de soledad, angustia y horror. ¿Nos acordamos de aquel año que marcó nuestra existencia?
Hoy el Facebook me recordaba las fotos del año 2021 que nos visitó la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados en ese vehÃculo llamado Mare Móvil, que recorrió las calles de nuestros pueblos en solidaridad con todo lo que estábamos viviendo desde el año 2020. De Casinos fue a Alcublas y de allà al Villar. Recuerdos suspendidos en la frágil memoria humana.
Qué lejos queda esa historia, pero que presente la tenemos en cada acontecimiento vivido año tras año. Volvió la normalidad, volvieron volvieron las fiestas, volvió el dÃa dÃa con unas personas más afectadas que otras. Los silencios fueron cómplices y el envoltorio de muchas realidades, pero la vida siguió y el 2022 ya fue un año que se iba olvidando el 2020. El tiempo es la mayor medicina.
El 2024 viene marcado en el mes de octubre, por una tragedia humana, geográfica, social, de inmensas magnitudes, que a dÃa de hoy en muchos casos están pendientes de resolverse. "Estamos solos, abandonados" eran las palabras que siguen taladrando el corazón.
Vivimos momentos históricos impensables, un mundo ardiendo por las guerras, dirigentes polÃticos que van marcando la historia; en abril nos deja el Papa Francisco, el Papa de los pobres y el dÃa 8 de mayo del año 2025 un nuevo PontÃfice asoma en el balcón de las bendiciones de la plaza de San Pedro, exclamando con voz comprometida y verdadera "Paz a vosotros". Fue el primer mensaje del Papa León XIV.
Mientras el mundo aplaudÃa estas palabras, una fuerte lluvia acompañada de granizo azotó los campos de nuestro término municipal, arrasó las tierras de Villar del Arzobispo y de Losa del Obispo, asà como de otras poblaciones vecinas.
La vida sigue, hoy he ido a la Partida de Ferriol, donde se ve el daño que ha hecho la piedra en fruta y árboles, ante la magnitud de la inclemencia se aplica la frase que caracteriza la historia del agricultor: el año que viene será.
Ayer a hoy, hoy a mañana, los momentos vividos son nuestra identidad… del recuerdo de una pandemia a la realidad de un pedrisco en muchas partes del Término Municipal de Casinos y pueblos vecinos… a pesar de todo, como decÃa Julio Iglesias: "Seguiremos adelante, contra el viento y la marea. Que el dolor de sus desaires hiere menos que perderlas…" volvemos al principio del escrito: "hemos de dar el trescientos por cien". Casinos, hoy y siempre es tu hora.