El periódico Las Provincias en su sección Región del mes de octubre del año 1987 publicaba en una página completa una crónica titulada: "La vendimia en Casinos: Vendimia, pero menos" que firmaba Pedro Ortiz.
La Hemeroteca de Valencia que es fuente de ilustración y sabidurÃa, en este artÃculo nos hace descubrir el fin del cultivo de la viña, el recuerdo al cultivo de las hortalizas, particularmente la alcachofa y la transformación de las tierras de secano a regadÃo.
El artÃculo dice asÃ: "La vendimia ya no huele a vendimia en Casinos. O huele menos. Ahora, las mayores cuadrillas apenas pasan de media docena de vendimiadores y el mayor de los campos destinados a la vid no da para llenar un remolque mediano.
De hecho, los siete millones de kilos de uva recolectados hace cuatro años ya son recuerdo y casi historia: este año la cifra rondará solamente el millón y medio de kilos.
Y no porque la cosecha haya sido mala, sino porque sistemáticamente no se deja de arrancar viñas. Casinos, otrora famoso por sus viñedos, se está quedando sin vino. Y como Casinos, otros pueblos: Buñol, Liria, Náquera, Real de Montroy y hasta el mismÃsimo Turis, por citar sólo unos ejemplos.
Por eso, la vendimia este año ya es menos vendimia. La desaparición del viñedo ha sido paulatina en el último decenio y acelerada en los tres últimos años.
El mismo Casinos contaba en la década anterior con 1.300 hectáreas dedicadas a la vid y ahora apenas tiene 450; "creemos que la tendencia está llegando a su fin y que nos quedaremos en torno a las 400 hectáreas", me dice el gerente de la Cooperativa VinÃcola Santa Bárbara, que ahora tiene abiertas sus puertas.
Pero no hay colas de tractores como otros años, como las hay un poco más arriba, en Villar del Arzobispo, como las sigue habiendo en las bodegas de Requena y Utiel.
Los tractores cargados de uva llegan ahora uno a uno en un goteo exasperante.
El vino es excedentario y pronto la Comunidad Económica Europea, el Ministerio de Agricultura español y la ConsellerÃa de Agricultura valenciana comenzaron sus planes de "reconversión y reestructuración" del viñedo".
Nos hablaba del cambio que se estaba viviendo en las parcelas donde la viña se sustituyó por hortalizas, creando nuevos hábitos para el agricultor teniendo que acudir al Bar Musical a cuadrar las horas de riego.
"Las alcachofas, ya son primer producto. Primero se marcaron las zonas con denominación de origen y para el resto comenzó una polÃtica de subvenciones por hectárea de viña
arrancada".
En Casinos además llegó el regadÃo. Y pronto, con subvenciones primero y sin subvenciones después, fueron levantándose vides y cambiando los cultivos: cebollas, sandÃas, melones, naranjos y sobre todo alcachofas que ha desplazado a la vid y se han convertido ya en el primer producto del campo "casiner".
Incluso se aborda la puesta en marcha de melocotonares, pese a que también son excedentarios Y con la fiebre de desprenderse de la vid, incluso se han arrancado viñas en el mismo secano y el campo se destina ahora a almendros.
"No se pueden arrancar más viñas -afirman en la Cooperativa de Casinos-, porque las que quedan son muy rentables o están en lugares a donde el riego no puede acceder."
Poner el riego, también es caro.
Hay otra razón más: la huerta exige mucha mano de obra y Casinos no da para tanto.Actualmente, buena parte de los temporeros del campo, provienen de Alcublas, donde hay más paro y han de buscarse las habichuelas unos kilómetros más al sur de su casa.
Temporeros para la vendimia con jornales sobre las 2.500 pesetas o para otras labores más pesadas, donde el jornal puede elevarse hasta las cinco mil.
"Todo tiene sus ventajas e inconvenientes -dice uno de los
propietarios de estos campos,
mientras una pequeña cuadrilla recoge la última marisancho-; tampoco poner tierras en regadÃo es fácil: hay que allanar el terreno, conectar el agua, pagarla... no tenemos suficiente dinero para estos cambios y menos para hacer demasiados."
Uva habrá, aunque menos. Y no habrá, casi seguro, ni moscatel, ni otra uva de mesa, ni pasas, porque esta clase no tienen denominación de origen. Y seguirá la cooperativa
Santa Bárbara de Casinos aunque sin colas y sin prisas: con un goteo de tractores y remolques.
Mientras cerca de ella se levanta otra cooperativa; esta, destinada a los productos de regadÃo".
Esta explicación nos centra en como paulatinamente se ha cambiado la mentalidad agrÃcola, se ha pasado del riego "a manta" al riego a goteo.
Hoy vemos las grandes extensiones que ocupaban los viñedos en frondosos campos de naranjas de diferentes variedades.
La Cooperativa Santa Bárbara de Casinos se ha especializado en las más actuales técnicas para suministrar lo necesario y atender los cultivos en regadÃo, comercializando los frutos secos y el aceite, con una almazara ecológica de la que nos sentimos orgullosos.
José Salvador Murgui Soriano.
Cronista Oficial de Casinos.
Académico de la R.A.C.V.