Las Asociaciones y Sociedades de los pueblos pequeños, son los que configuran en muchos momentos la vida y esencia de los mismos. La participación de todos, hace posible que exista una alternancia y que la historia siga su camino.
Hablar hoy de Piedad Muñoz, es dar una mirada atrás y anclarla en el año 2008-2009 cuándo Piedad es elegida Presidenta de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Casinos. Por primera vez en la historia de esa Asociación los asociados eligen a una mujer como presidenta, que junto a los miembros de su Junta Directiva, mujeres y hombres y viceversa, continuaban con el trabajo que empezaron otros presidentes y juntas en los primeros años de la década de los ochenta del siglo pasado.
Un cargo nuevo siempre lleva consigo ilusión, trabajo, innovación, ideas frescas y más si la que está al frente es una mujer. Ese es el denominador que marca la esencia de esos años. Piedad siempre estuvo al pie de obra, llevando a buen puerto las actividades que se hacÃan en el Centro Social y cumpliendo con los actos tradicionales que marcaban el calendario en cuanto a meriendas de Pascua y Navidad, viajes y excursiones programadas, sin dejar pasar la organización de esa fiesta que en honor de la asociación se celebra cada mediero de agosto en la fiestas patronales.
Recuerdo que una de las actividades que hicimos conjuntamente, fue invitarme a dar una conferencia a los Asociados en el Centro Social, conferencia que ofrecà con mucha ilusión, a la vez que la Fundación Bancaja, tuvo el detalle de obsequiar a nuestros jubilados con algunos cuadros de pintura para decorar las paredes de los salones. Cualquier detalle es loable siempre en beneficio de nuestro pueblo.
Piedad fue una mujer sencilla, sabÃa cuidar los detalles, perteneció también a la Junta de las Amas de Casa y un año fue Clavariesa de la Virgen de los Dolores. Una mujer que junto a su esposo Justo, estuvieron siempre muy integrados en nuestro pueblo.
Los años, el tiempo, la vida, nos pasa la eterna factura de arrebatarnos fuerza, mermar el talento y perder la salud. A Piedad la hemos visto apagarse cual vela ardiente que fue, iluminando los lugares por donde pasó. Su estela es el recuerdo de sus actos. Las enfermedades se acusan más, cuando la esperanza de superarlas llega a lo imposible y la resignación al ver como la vida se desvanece es la fuerza de las personas amadas, para seguir al lado de aquel por el que poco se puede hacer, de aquel al que solo le basta el amor hasta el último momento.
En el año 2009 nuestra Presidentas se expresaba asà en uno de los párrafos escritos en el Libro de Fiestas: "Este es el motivo por el que os invito a disfrutar de todas las actividades que se desarrollan en nuestro Centro Social y que como bien sabéis gozan del apoyo de todos. Sin perder de vista el trabajo y las horas que invertimos los hombres y mujeres que formamos la Junta Directiva. Gracias a todos por lo que trabajamos."
Piedad fue la Primera Presidenta, la que supo dar un paso adelante por esta Asociación de Jubilados de Casinos, la que supo dejar el testigo y facilitar el cambio de junta, para que entraran caras nuevas, la que con su discreción y la de las personas que la acompañaron funcionaran lo mejor posible durante unos años, los Jubilados de Casinos.
La muerte nos alcanza a su tiempo, es la puerta entre las vidas: la terrena y la eterna, es la que nos hace emprender el viaje sin maletas, con el traje que no lleva bolsillos, con los pies en el aire y la cabeza hacia arriba. El sueño eterno que nos obliga a dejarlo todo aquà en esta tierra, pero en esas manos vacÃas, nos llevamos las buenas obras que aquà hemos hecho, el trabajo que hemos invertido por los demás, los buenos ratos que hemos compartido y el amor que hemos derramado.
Piedad, marcha en paz, fuiste una mujer valiente, luchadora, entregada y discreta hasta el último momento. La vida nos pasa esas jugadas inesperadas y hay enfermedades que son muy difÃcil superarlas, pero siempre estará el recuerdo de tu paso por las Asociaciones de Casinos.
José Salvador Murgui Soriano.
Cronista Oficial de Casinos.
Académico de la R. A. C. V.
