Catalá abre un periodo de reflexión para decidir "qué tipo de cruceros quiere la ciudad"

 La alcaldesa de València, María José Catalá, ha defendido la apuesta por un turismo de calidad y ha apuntado que se abre un periodo de reflexión sobre qué tipo de turismo de cruceros quiere la ciudad, toda vez que se estudia limitar a partir de 2026 la llegada de megacruceros al Puerto.

Catalá ya anunció que el Consistorio había decidido restringir la llegada a la ciudad de los grandes cruceros o "ciudades flotantes", una cuestión de la que hay que hablar entre ambas partes durante los próximos meses, que coincidirán con las obras de la terminal norte del Puerto de València.

Según la alcaldesa, se ha abierto un escenario en el que el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria "no solo hablan, se entienden y se ayudan".

Además de los problemas técnicos que puede ocasionar la construcción de la nueva terminal para que lleguen determinados barcos, existe la voluntad del Ayuntamiento de apostar por un turismo de calidad y las "ciudades flotantes" generan un turismo "muy poco interesante para la ciudad" al ser grupos muy numerosos que pasan pocas horas en la ciudad y con poca inversión por pasajero, ha señalado.

Este asunto ya ha sido abordado por la alcaldesa y la presidenta de la Autoridad Portuaria, Mar Chao, y ambas coincidieron "en el diagnóstico" de abrir una reflexión sobre "qué futuro" se quiere.

Para 2025 ya están cerradas las previsiones de cruceros y, por tanto, no se podría limitar la llegada de megacruceros pero ya en 2026 sí se podrá hacer, de ahí que se tenga que hablar de "qué es lo que nos interesa y hacia dónde tiene que ir la ciudad", ha explicado.

Preguntada por la opinión del empresario naviero y presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, quien se mostró crítico con la limitación, ha apuntado que todos entienden qué es un megacrucero y una ciudad flotante. "No hay más que verlas", según Catalá