La efeméride de la
Invención de la Santa Cruz se celebraba el 3 de mayo antes de la reforma
litúrgica hecha por la Iglesia en 1969, en que esta fiesta se trasladó al 14 de
septiembre, donde se le exalta. En Jerusalén, además, lo han celebrado siempre
en la BasÃlica del Santo Sepulcro el 7 de mayo, fecha que permitÃa seguir
dentro del tiempo pascual, uniendo el misterio de la Cruz al de la Resurrección,
pues fue un 7 de mayo del año 351, cuando según San Cirilo, "una enorme cruz
luminosa apareció en el cielo, sobre el Santo Gólgota, y se extendió hasta el
Monte de los Olivos".
Desde comienzos del siglo
XV, portuarios, estibadores, marineros, pescadores, gentes de la mar, se han
venido agolpando en la antigua Escalera Real del Puerto de Valencia -hoy
ahistóricamente cegada y sacrificada al elitista dique de los yates contiguos,
para recibir al Negret, el Cristo del Grau. No hicieron caso a la reforma
litúrgica del Vaticano II y siguieron venerando la imagen el 3 de mayo.
Este año, la pandemia, no les dejará
celebrarlo en estas fechas, y lo harán virtualmente, en sus casas y en la
iglesia a puerta cerrada. El 1 de mayo, a las 12 horas, el párroco de Santa
MarÃa del Mar, José Vicente Calza, que estos dÃas está ofreciendo
telemáticamente la novena, oficiará una Misa conmemorando el arribo que todos
los años hace la imagen del Cristo por mar, la que será retransmitida por EOS
TV, gracias al equipo técnico que encabezan Paco Celdrán y Benito Román.
Para ello, todos los 1º de
mayo, al mediodÃa, salen a esperar la imagen del Cristo que viene por mar
rememorando su primera llegada a Valencia. Veamos como sucedió aquellos según
los cronistas de la época.
"Acosa de
las nueve el dia, é hizo señal la guardia, é de un navio é de alto bordo, é á
las dos de la tarde entró en el canal del rio Turia; é los habitadores de esta
villa corrieron, é hallaron un portento de la naturaleza, é que la nave volvió
en una imagen de Cristo Crucificado, é una escalera de treinta y tres
escalones". Asà comenzaba el documento que se guardaba en el archivo
parroquial de Santa MarÃa del Grao de Valencia y que logró leer el biógrafo
de
san Vicente Ferrer
,
Francisco
Vidal y Micó.
La imagen fue llevada a la
iglesia del Grao. Enterados los del pueblo de Russafa se amotinaron y marcharon
sobre dicho templo "al otro dia jueves diez y seis de agosto al romper el alba se
halló la villa sitiada de la gente de Ruzafa, pidiendo la santa imagen. Los
vecinos se pusieron en armas, é los impidieron la entrada».
Los del Grao fueron a
Valencia a hablar con el Obispo,
Lucas de Lupia
, quien
para dirimir la cuestión les explicó que aquella noche habÃa tenido un sueño en
el que "una imagen de Cristo Crucificado con una escala se le habÃa parecido en
la noche, é le habÃa hecho levantar, é que fuese a la Villa nueva de Santa
Maria, é a donde descansaba, é que les pusiera en paz con los de Ruzafa, é
todos juntos se volvieron a la villa".
Para allá fue también el
Gobernador a poner paz entre los de Ruzafa y el Grao en fuerte disputa por la
posesión del Cristo. El gobernante dijo haber tenido el mismo sueño que el
Obispo. Ninguno de los dos pudo con ellos. Alfinal "se
determinó tomasen una galupa con nueve bergantes"con
el Cristo a bordo y llevarla una legua mar adentro frente a la desembocadura
del rio Turia, "é si la imagen aportase á la parte de la villa se la llevase, é
si aportase a la parte de Ruzafa se la llevase".
El Gobernador, como los de
Ruzafa estaban muy envalentonados, los mandó que se situasen al otro lado del
rÃo, bien separados de los del Grao. La galupa navegó hasta tres millas"é asi
como tocó el agua se formó una nave de alto bordo, se volvió a entrar por el
Turia como ducientos pasos a la parte de la villa".
En razón a ello, el Obispo
tomó la imagen y la depositó en la iglesia de Santa MarÃa del Mar. Al dÃa
siguiente predicó en ella san Vicente Ferrer quien contó que el propietario de
dicha imagen habÃa sido un judÃo de Lérida, el rabino
Moisé Abenabes
, quien
la utilizaba para hacerle escarnios, acabando su vida ahorcándose él mismo. "El
diablo se llevó su alma, é la santa imagen como hijo castigado, é desamparado
ha venido en busca de su madre, sabe le tratarán bien á él".El santo
dominico explicó que todos los viernes muchos judÃos se juntaban en su casa
para mofarse de la imagen. Hubo una orden del papa Benedicto XIII de ajustar
las cuentas a los rabinos y sus acciones contra todo lo referente a la fe
cristiana y Abenabes decidió desprenderse del Cristo, cuya imagen habÃa venido
a buscar a su madre en Santa MarÃa del Mar. El rabino al final decidió
ahorcarse colgándose de un árbol, como Judas, dicen los relatos.
José
Vicente OrtÃdice quesan
Vicente Ferrer"fue devotÃsimo de esta imagen, y predicaba persuadiendo
su devoción, y ordenó sus procesiones á este templo é imagen, y la una general,
para remedio de todas las necesidades que ocurriesen", y dispuso que "en las
públicas rogativas, entre ellas las de petición de lluvias, que en todos los conflictos
se acostumbran, acudiesen en las cinco primeras estaciones que hace la
Metropolitana asistida de todas las parroquias de la ilustre ciudad, al seguro
patrocinio de esta imagen soberana".
En la última pasada guerra
civil, el Cristo se salvó de la hoguera iconoclasta, gracias a que un
portuario, vecino de la iglesia, delante de los incendiarios, tomó el Cristo ya
algo ennegrecido por el humo de la hoguera y se lo llevó casa pasándolo luego
de manera secreta y reservada al Ayuntamiento de Valencia donde permaneció
oculto hasta el final de la contienda.