Ponce ha resaltado el hecho de que "si ingentes son las consecuencias de la gestión del PP en la Comunidad valenciana, en el caso de las áreas rurales los problemas son todavía más graves, por el abandono a que las tiene sometidas un gobierno que sólo se ocupa de los problemas de forma proporcional al número de votantes que pueden verse afectados o la relevancia que tienen en los medios de comunicación".
La amenaza más inminente que se cierne sobre los alumnos del IES es la supresión de la calefacción en el centro una vez se agote el combustible del depósito actualmente en uso. La deuda por el servicio del comedor amenaza igualmente la continuidad de su prestación, "algo extremadamente grave ya que alumnos de trece poblaciones de la comarca cursan sus estudios en el Villar, por lo que no pueden acudir a sus casas al mediodía", ha señalado Ponce. Tampoco se sabe qué pasará con el suministro eléctrico del colegio, ya que "ahora mismo dependen de la buena voluntad del proveedor para seguir teniendo luz".
La precariedad habitual del profesorado de este centro también se ha visto acentuada desde el reajuste presupuestario de las cuentas del Consell. En estos momentos faltan al menos dos profesores de Inglés, y una tercera baja quedará cubierta provisionalmente a partir del martes, aunque se ignora durante cuánto tiempo.
Los alumnos de ciencias tienen que concentrarse para poder usar el laboratorio del IES, en grupos de más de 30 alumnos, por la misma razón. E igualmente, se han suspendido todas las actividades extraescolares hasta nueva orden.
Compromís ha llevado este asunto a las Cortes mediante iniciativas parlamentarias, pues "aunque la insolvencia del gobierno valenciano a todos alcanza, en el caso de las comarcas rurales sus efectos son peores porque ya parten de una situación de desventaja respecto a zonas más pobladas y desarrolladas".
