El Juzgado de lo Penal número 1 de Valencia ha condenado a una pena de prisión de once años y medio a un hombre como autor de tres delitos de robo con intimidación y uso de arma y un cuarto delito de robo con fuerza en grado de tentativa.
La sentencia le absuelve del resto de delitos de los que también estaba acusado por falta de prueba para acreditar la comisión de estos. El condenado deberá indemnizar a los propietarios de la casa en la que entró y de los tres vehÃculos que se llevó por los desperfectos que les ocasionó y que superan los 10.500 euros en total.
Los asaltos comenzaron sobre la una del mediodÃa del 28 de febrero de 2020 en un paraje del municipio de Requena cuando el condenado, armado con una escopeta de cañones recortados y una canana de cartuchos, se dirigió al primero de los perjudicados, un hombre que estaba trabajando en un viñedo junto a su furgoneta.
Según relata la sentencia, el asaltante apuntó con el arma a la vÃctima, le pidió las llaves del vehÃculo y le exigió que le llevara. El perjudicado se negó, le tiró las llaves y se tiró por un ribazo, por donde consiguió huir. En ese momento, el penado disparó dos veces el arma y se marchó al volante de la furgoneta que condujo hasta un cruce de caminos.
Sobre las dos del mediodÃa del mismo dÃa el asaltante atravesó el vehÃculo sustraÃdo en medio de la calzada de un cruce de caminos de manera que obligó a frenar a la siguiente vÃctima, que conducÃa una grúa. Cuando el conductor bajó para pedirle que quitara la furgoneta, el condenado le encañonó y le pidió que le llevara.
La vÃctima huyó para refugiarse en la cabina de la grúa. El asaltante le siguió, entró en el vehÃculo por la puerta del copiloto, le colocó la escopeta en el costado y le insistió en que le llevara. El perjudicado consiguió huir tras un descuido del asaltante, quien se puso entonces al volante para embestir al turismo que él mismo habÃa atravesado en la vÃa.
Media hora después, el trabajador de una finca agrÃcola de una aldea de Requena descubrió al condenado mientras intentaba abrir un turismo. Cuando se lo fue a recriminar, el asaltante le apuntó a los pies con el arma y le pidió las llaves del coche, con el que huyó para, tiempo después, dejarlo abandonado en otra aldea de la localidad.
La sentencia concluye que, al dÃa siguiente, el hombre accedió a una casa de esta última aldea con la intención de apoderarse de objetos de valor. Tras detectar su presencia, el dueño de la casa alertó a la Guardia Civil. El condenado se escondió en un patio de la vivienda después de la que los agentes le dieran el alto y les apuntó con la escopeta antes de escapar. En la huida perdió una gorra y en el lugar dejó una mochila.
El hombre fue detenido en junio del mismo año en Andorra, provincia de Teruel, por otros hechos. En los sucesos de Requena, el condenado ocasionó desperfectos en los tres vehÃculos que se llevó para escapar por valor de 470, 6.721 y 3.293 euros respectivamente. En la casa, los daños se tasaron en 109 euros.
Durante la celebración del juicio, la defensa del entonces acusado solicitó que se contemplara la eximente o la atenuante de alteración psÃquica a la hora de establecer la pena.
En su resolución la jueza reconoce que "ciertamente los hechos que se declararon probados revelan un comportamiento errático" pero concluye que del único examen médico forense elaborado con reconocimiento personal del acusado "no se infiere que al tiempo de la comisión de los hechos que se estiman probados el acusados tuviera afectadas, ni siquiera de manera leve, a causa de anomalÃa o alteración psÃquica, sus capacidades para comprender la ilicitud de los hechos o para actuar conforme a dicha comprensión".
La sentencia no es firme y se puede recurrir en apelación ante la Audiencia Provincial de Valencia.