Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una
organización dedicada a la explotación sexual de mujeres nigerianas en Valencia y otras provincias españolas que contaba
con una fuerte infraestructura partiendo desde Nigeria hasta llegar a nuestro
país, pasando previamente por Turquía, Grecia y Francia. Las víctimas eran
captadas en Nigeria, donde tras ser sometidas a rituales de vudú eran llevadas
a Europa donde debían ejercer la prostitución para saldar sus deudas. En esta
operación ha sido detenida la máxima responsable de la red, también de origen
nigeriano, que se encargaba de trasladar a las víctimas por diferentes
provincias para obtener el máximo "beneficio" de ellas.
Las investigaciones comenzaron en 2015,
cuando los agentes detectaron la
existencia de una organización criminal de origen nigeriano, asentada en
Arrecife (Las Palmas) y con ámbito de actuación en distintos puntos del
territorio nacional, que obligaba a sus víctimas a ejercer la prostitución bajo
un clima de amenazas, palizas y coacciones.
Las mujeres eran captadas en Nigeria y la
organización se encargaba de su traslado
a través de diferentes rutas por el continente africano hasta Europa,
facilitándoles en el origen la documentación necesaria y aleccionándolas sobre
cómo debían actuar en los puestos fronterizos para no ser detectadas en los
controles policiales.
Una vez en España, las víctimas eran
trasladas a diferentes ciudades del territorio nacional como Madrid, Vitoria o
Barcelona para obligarlas a ejercer la prostitución tanto callejera como en
clubs, bajo el estricto control de los miembros de la red.
Rituales
de vudú, palizas y coacciones
Una vez seleccionadas las víctimas eran
sometidas a rituales de vudú para fortalecer, mediante el miedo, su lealtad
hacia los explotadores. A través de
dichos rituales las víctimas se comprometían a no denunciar a sus explotadores,
a no escaparse y a entregar todo el dinero que obtuvieran a los miembros de la
organización. Para realizar los rituales las extraían sangre, las cortaban
trozos de uñas de manos y pies, pelo de la cabeza, vello púbico y de las
axilas, llegando incluso a obligarlas a comer un corazón de gallina crudo.
Las victimas contraían una deuda que
rondaba los 55.000 euros a la que había que sumar los gastos de manutención,
residencia e incluso pagar billetes de transporte de sus explotadores.
Una vez que llegaban a su destino se les
retiraba la documentación y se les obligaba a ejercer la prostitución siendo
frecuentes las palizas a las que su explotadora las sometía si no ganaba lo
suficiente o desobedecían sus órdenes. Únicamente podían abandonar el domicilio
para ejercer la prostitución en la calle desde las 20:00 hasta las 05:00 horas
del día siguiente, siendo vigiladas continuamente por los miembros de la
organización que informaban de todo lo acontecido a la cabecilla.
Detenciones
y registros
La investigación culminó con la detención
de 7 personas -2 en Arrecife (Las Palmas), 3 en Madrid y 2 Vitoria (Álava)-,
entre ellas la máxima responsable de la organización, una mujer de nacionalidad
nigeriana, responsable de la captación y de la explotación sexual de las
víctimas. Se ha liberado a un total de 5
víctimas -2 en Arrecife (Las Palmas) y 1 en Barcelona, 1 en Valencia y 1 en
Vitoria (Álava)-, y se han ejecutado 5 registros en domicilios entre los que se
intervinieron cerca de 2.000 euros, así como diferente documentación
relacionada con la actividad investigada y efectos del juramento del vudú.
Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional
contra la Trata
de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, puesto en marcha en 2013, y
que dio lugar a la creación de la Brigada Central contra la Trata de Seres
Humanos, adscrita a la
Comisaría General de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional.
Con la puesta en marcha de este plan, la Policía Nacional activó la línea
telefónica
900 10 50 90
y el correo
trata@policia.es
para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia,
anónima y confidencial, de este tipo de delitos.