Una familia formada por una
madre, un padre, una hija y un hijo se rompió el pasado
29 de mayo
de este año
por el
suicidio
de la menor de 16 años tras precipitarse por el balcón de su
casa de Requena dos dÃas antes de su
cumpleaños
.
Isabel
nació el 31 de mayo de
2005 en Requena, en el seno de una familia "normal" en palabras de su padre,
Rafa. Ella era la mayor de dos hermanos, el pequeño tiene 13 años. La joven era
buena estudiante, ayudaba a sus amigas y nunca dio un problema.
La
desesperación
de su familia
comenzó en
2019
tras notar indicios de ansiedad en su hija, acudieron a
psicólogos privados
, ya que según indica su padre, tras varias visitas a su
médico de cabecera
no consideraron darle asistencia pública
. Dos citas con
psicólogas particulares fueron suficientes para poner sobre la mesa parte de su
diagnóstico,
anorexia nerviosa
.
Posteriormente, la derivaron a la
Unidad de Salud Mental de Requena
(USM)
, mientras tanto su familia buscaba
otras
alternativas
paralelas para tratar su enfermedad, pero el centro donde
buscaron esa ayuda tenÃa un proceso de
admisión muy largo
por la saturación del
mismo. Un psicólogo de la USM especializado en anorexia se puso en contacto con
ellos directamente y les dijo que
no podÃan esperar más
y que debÃan empezar el
tratamiento de inmediato. Este mismo psicólogo aceleró el proceso y puso a
Isabel en la
lista de espera de ingreso en la UTCA
de "La Fe" de Valencia, pero
tuvo un accidente, le relevaron en su puesto y la sustituyó otra psicóloga.
"Tuvimos unas dos terapias antes del ingreso de mi hija con la nueva psicóloga,
la primera de ellas fue junto a nosotros y ahà detectó que mi hija estaba
'
sobreprotegida
', decÃa que debÃamos dejarle tomar decisiones y
responsabilidades, nos indicó que una persona debe
'tocar fondo'
y asÃ
'remontar'
desde lo más profundo. Le dijo que no fuera al instituto, debÃa
evitarlo y quedarse en casa. Esto
agravó
más su estado, ningún profesional nos
recomendó eso.
Jamás
nos dio ninguna recomendación, ni explicación entorno a su
enfermedad. Solo nos recomendó
vÃdeos de YouTube
", indica el padre de la menor.
Isabel
no llegó a ingresar
en ese
primer intento porque mejoró y cambió su comportamiento frente a la comida,
pero derivó en un problema de
bulimia
. Según le indicaron los médicos a su
familia era normal en el desarrollo de su enfermedad y por ello continuó en la lista
de espera.
El primer ingresó llegó el 2 de febrero de 2022
. Los padres lamentan
que la psicóloga que llevaba su caso no se pusiera en contacto con ellos en
ningún momento pese a que ella misma les dijo que no los iba a dejar solos
durante el ingreso de su hija por lo duro que es el no tener comunicación con
la paciente, según la versión de la familia.
12 dÃas de ingreso
le valieron
para que le dieran el alta del hospital tras subir de peso y tener buen estado
mental, el tratamiento lo seguÃa en su centro de referencia de su ciudad,
Requena.
Falta de figura paterna, mal
ambiente en el entorno familiar,
mala relación
del padre con el novio de la
paciente,
sobreprotección
de su madre, la
adolescencia
, los padres no saben
gestionar su etapa adolescente, querer
llamar la atención
, desbordamiento
familiar… estos son algunos de los "diagnósticos" y actitudes que le achacaba
su psicóloga al padre y a la madre de Isabel, según cuenta la familia. "Cada
vez que acudÃamos a sus terapias nos indicaba que debÃamos
dejarla ir sola
. Le
comentábamos el empeoramiento drástico de nuestra hija, sus mensajes de querer
morirse, autolesiones, cambios de carácter. Siempre
menospreció
nuestras
preocupaciones y restaba importancia a su grave estado mental, indicando que
estaba en su peso y mejoraba. Demostró tener una
nula formación
sobre su
enfermedad y también
ignoró
cualquier medio de ayuda externa que le proponÃamos",
sostiene el padre de la menor.
En la Unidad de Salud Mental de
Requena (USM) eran conscientes de sus numerosas autolesiones en los brazos,
pues incluso una vez le curaron y "jamás se activó ningún protocolo anti
suicidio", mantiene Rafa, su padre.
Los
pensamientos
de la muerte
cada vez estaban más presentes en la joven, el último mes tuvo una conducta
autodestructiva
. Ante ello, su terapeuta le ofreció una aplicación para el
móvil y el Teléfono de la Esperanza (024) y a los padres visualizar un vÃdeo en
YouTube para que aprendieran a gestionar la adolescencia de su hija, en
palabras de su progenitor.
Isabel acudió un par de veces a
urgencias del Hospital de Requena por una
crisis de ansiedad
y otra por
consumo
de drogas (marihuana y hachÃs) e ingesta de pastillas en uno de sus intentos de
suicidio de la que necesitó un lavado de estómago y fue dada de alta al dÃa
siguiente.
Seguidamente, la familia tuvo una
reunión
con la
psiquiatra
para hablar del estado de su hija. "Nos recalcó que
lo que le pasaba a Isabel solo era una llamada de atención que si no estábamos
capacitados para darle las pastillas o para cuidarla la ingresarÃan por
'desbordamiento familiar'. Mi mujer le preguntó que por qué querrÃa llamar
nuestra atención y la respuesta de la psiquiatra fue:
'tú sabrás'
", lamenta el
padre de la vÃctima. Ante la negativa de los profesionales la derivaron a su
casa, sin poner ninguna solución 'a priori' y sin activar el protocolo anti
suicidio.
"Nos sentimos
culpables
,
impotentes
y dudando de si éramos exagerados o
malos padres
, el comportamiento
de la profesional fue siempre
distante
, sin empatÃa, chulesco y
culpándonos
",
sostiene.
El
25 de mayo
fue la última
consulta de Isabel en el Centro de Salud Mental de Requena con motivo del
seguimiento
de su anorexia nerviosa. Durante ese encuentro la psiquiatra
realiza
dos entrevistas
una a la paciente y otra a su madre. Tras escuchar el
testimonio
de la joven en el que expresaba su deseo de desaparecer y sus varios
intentos de suicidio incluso de algunos de sus planes futuros sobre cómo acabar
con su vida, activaron nuevamente el protocolo de ingreso en la Unidad de
Documentación ClÃnica y Admisión (UDCA). En el mismo
informe
de esa consulta se
puede leer lo siguiente: "La paciente solicita ayuda para poder salir de esta
crisis. No cree en el ajuste farmacológico, verbaliza sentimientos de
desesperanza, tiene muchos pensamientos de muerte y deseos de desaparecer o
bien con una sobre ingesta de medicación o tirándose desde su balcón".
La
desesperación
de su familia
cada vez iba a más, no veÃan solución alguna y tampoco sentÃan que los pocos
efectivos que les proporcionaba sanidad funcionaran. El último mes de mayo para
ellos fue el
peor
, pues fue cuanto más distante y más grave estaba Isabel, pero
ellos continuaron luchando por salvar a su hija.
Aunque en esa consulta del 25 de
mayo se indicara que derivaban a Isabel a otro hospital, este proceso puede
llevar semanas. En el peor momento de la joven las
esperas eran eternas
, no podÃan
quedarse de brazos cruzados hasta que llegara esa llamada que les indicara que
la ingresarÃan, no habÃa tiempo. Tampoco se activó el protocolo anti suicidio, donde se ordena ingresar a la paciente
en menos de 72 horas
en cualquier
unidad disponible.
Finalmente, le dieron otra cita
el dÃa 30 de mayo. Esa consulta nunca llegó. Isabel se habÃa quitado la vida el
29 de mayo
,
dos dÃas
antes de su
17 cumpleaños
,
cuatro dÃas después
de la entrevista con su psiquiatra en la que le
mostró sus claras intenciones. Isabel murió
80 horas después de la última
consulta, tal y como le comentó a su médica, se tiró desde el balcón de su
casa. Su hermano de 13 años fue quien estuvo presente en ese momento y quien
avisó a la ambulancia de que su hermana se habÃa suicidado. Su familia se
siente
impotente
porque no se hizo nada por salvar a su hija, no hubo protocolo
anti suicidio, no la cuidaron los profesionales médicos, sienten
rabia
,
dolor
y
mucha tristeza
de que siga existiendo un enorme tabú hacia la salud mental y siga tratándose asÃ. Quieren
poner el
foco
en los suicidios de jóvenes como su hija y por ello
han
denunciado su caso. No quieren que ninguna familia pase por el infierno que
vivieron e incluso su padre Rafa
ha ofrecido su ayuda
a las familias que tengan
a sus hijos/as siguiendo un tratamiento con las dos psicólogas que atendieron a
su hija para mostrar como "de mal" actuaron con Isabel.
Según un
estudio
de 'Save the
Children', un
3%
de niños, niñas y adolescentes tuvieron pensamientos suicidas
el año pasado. En
2020
el suicidio en menores pasó a ser la primera causa de muerte
por causas externas por el confinamiento. Según estos datos, las intenciones
suicidas incrementan a medida que van alcanzando la
adolescencia
, alcanzando un
6% en el grupo de
jóvenes de entre 13 y 16 años
y el porcentaje sube si
dividimos por sexo, estos pensamientos
son más recurrentes en niñas
que en
niños.
La importancia de la
salud mental
se ha puesto sobre la mesa tras los años de pandemia y por este incremento de
actos suicidas. Unos datos nada positivos que muestran la
poca apuesta y baja
importancia por parte del entorno sanitario en cuidar, estudiar e invertir más
sobre estas enfermedades que cada año arrebatan miles de vidas en nuestro paÃs.
El caso de Isabel es un caso concreto, pero
no es un caso aislado
. Centenares de
familias cada año luchan por salvar a sus hijos/as de estos pensamientos, de
esta enfermedad, por ello esta familia de Requena quiere que se haga eco y se
haga una denuncia pública ante esta situación.
FIRMAS
Además, su familia ha iniciado un proyecto de recogida de firmas desde la plataforma
Change.org
para que no se repitan más casos como el de Isabel. Toda persona que quiera formar parte de esta lucha y firmar puede hacerlo a través de este enlace facilitado por su familia:
Clica AquÃ