El
bocadillo Quart de Poblet ha llegado a Fitur. El turismo y
gastronomÃa van cada vez más de la mano. Y la
Comunitat Valenciana cuenta con un delicioso atractivo, al que hoy ha
querido dar protagonismo en su estand de FITUR, la
Feria Internacional de Turismo, de la mano de Amstel, FOTUR y
L'Exquisit Mediterrani. Se trata de l'esmorzar
valencià , que
hoy ha alimentado este encuentro sectorial que se celebra en Madrid
hasta el domingo.
Cada año la
cervecera instalada en Quart de Poblet distingue a los
mejores esmorzars de
la Comunitat y en 2021 han entregado el nuevo Premi Especial Amstel,
otorgado a la mejor receta de una competición entre casi 300
hosteleros para crear un nuevo bocadillo,
'El Quart de Poblet',
en homenaje a la localidad en la que se ubica desde hace décadas la
única fábrica de una gran cervecera de marcas que elabora sus
productos en la Comunitat Valenciana. Un arraigo y contribución,
tanto al dinamismo económico como social, que construyen el fuerte
vÃnculo de Amstel con Quart de Poblet.
Herick
Campos Arteseros, director general de Turismo en Generalitat
Valenciana, Bartolomé Nofuentes, teniente alcalde del Ayuntamiento
de Quart de Poblet, junto Pablo Mazo, Director Regional de Relaciones
Institucionales de Heineken España, VÃctor Pérez, Presidente de
FOTUR y Sergio Expósito, gerente de la CafeterÃa Bar Beluga y
ganador del galardón, han paticipado en la presentación en la que
se ha mostrado la receta distinguida con este premio.
El
acto ha reivindicado l'esmorzar
valencià como
un atractivo gastronómico y turÃstico por descubrir, capaz de mover
a un nuevo público que busca experiencias genuinas y cargadas de
carácter autóctono, con el sabor de las cosas bien hechas.
L'esmorzar valencià es una singularidad
practicada por miles de valencianos cada dÃa, que no tiene réplica
en ningún otro punto de España.
L'
esmorzar es una tradición
valenciana transgeneracional que reúne
a amigos, familiares y compañeros alrededor de la mesa en todo tipo
de bares y restaurantes de las tres provincias valencianas. Deriva
de la parada que a media mañana realizaban antiguamente los
labradores para
reponer fuerzas y conlleva todo un ritual, que arranca con los
encurtidos, tramussos y cacaus
de collaoret como
entrantes para dar paso a un generoso bocadillo.