El empresario de Estivella suspende temporalmente su proyecto para el Garbí tras retirar el mobiliario la Generalitat

"Voy a parar de momento"

. Así se pronuncia el empresario de Estivella que asegura haber comprado la ermita del Garbí, José Ramón Mateu. El que también es concejal de Vox en el el Ayuntamiento de este municipio recibió el pasado sábado una notificación de la Generalitat Valenciana en la que se le comunicaba que, como "medida cautelar", la Conselleria de Medio Ambiente procedía a retirar las

sillas, mesas y sombrillas

que Mateu había instalado junto al templo. 

Han sido las brigadas forestales dependientes de la Administración autonómica las que, junto con la Policía Local de Estivella, han retirado el "chiringuito" improvisado que ocupaba la cima del Garbí desde mediados de julio. La actuación ha incluido también el

cambio del candado de la ermita

, sustituido por otro nuevo del que el Ayuntamiento dispone de copia. Así, la llave vuelve al Ayuntamiento.

Desde la Conselleria se explica que se trata de una medida cautelar para

garantizar la titularidad pública del espacio

, mientras que Mateu insiste en que la ermita y varias parcelas anexas son de su propiedad. Escrituras en mano, asegura que las compró al antiguo propietario por 50.000 euros. Eso sí, el empresario asegura que esperará a que todo se solucione para seguir con su proyecto. Recordemos: una

cruz iluminada de 40 metros de alto

-tipo la del Valle de los Caídos, en sus palabras-, "que se vea desde todo el Mediterráneo", además de un museo ciclista. 

Alrededor de 800 personas pasan por el "chiringuito" en agosto y Mateu recoge "entre 300 y 400 euros" para su cruz de 40 metros

El empresario, propietario del conocido en la comarca restaurante Els Pins, así como del camping Sierra Calderona, asegura que sus actividades no perseguían ánimo de lucro, sino recabar donativos voluntarios para financiar esas iniciativas. "En agosto han pasado por la ermita unas

800 personas y hemos recogido entre 300 y 400 euros

en colaboraciones", afirma a El Periódico de Aquí. 

Mateu también señala que ha recogido más de 300 firmas de apoyo a sus proyectos y que cuenta con el respaldo de su formación política. De hecho, narra, la notificación del sábado le llegó cuando se encontraba en el acto organizado por Vox en Madrid.

"Santiago Abascal conoce mi proyecto para el Garbí"

, asegura.

Una "ocupación sin autorización", a ojos de la Administración

Sin embargo, Mateu tendrá que esperar. Llegado septiembre, el monte ha vuelto a su tranquilidad habitual. Aunque sstá convencido de que tiene todo el respaldo legal, el empresario tiene la Administración en su contra. Tanto el Ayuntamiento de Estivella como la Conselleria sostienen que la ermita es de titularidad municipal y que

no es posible un cambio de manos del edificio

, al estar registrado como bien público. En ese sentido, califican las actividades impulsadas por Mateu como una

"ocupación sin autorización"

, incompatible además con las restricciones del Parque Natural de la Calderona.

José Ramón Mateu defiende que dispone de escrituras notariales que acreditan la compra de tres parcelas por un total de 50.000 euros, entre ellas la que incluiría la ermita y otra parte del entorno. Según explica, se trata de tres terrenos que planea destinar a un aparcamiento y la recuperación de la antigua fonda. También

recaba apoyos para que la Generalitat Valenciana asfalte el camino hacia la ermita

. En definitiva, un proyecto de revitalización de la zona.

Las sillas, mesas y sombrillas se trasladaron a las dependencias municipales. El empresario ya las ha recogido. Tras la retirada del mobiliario, admite que no volverá a colocarlo hasta que la situación se resuelva: "

De momento, todo queda parado.

Confío en que las escrituras se reconozcan y se aclare la propiedad. Mi abogada asegura que el templo es mío. A alguien no lo pueden echar de su casa".

La Generalitat Valenciana, así como el pleno del Ayuntamiento de Estivella y el Consell de Cultura local se han posicionado en contra de la actuación del concejal. El

Plan de Ordenación de los Recursos Naturales

(PORN) del Parque Natural de la Sierra Calderona establece restricciones claras a las actividades que pueden realizarse en la zona, con el objetivo de proteger su valor ambiental y paisajístico. Estas limitaciones afectan tanto a la instalación de infraestructuras como a la organización de actividades económicas, lo que complica la viabilidad de proyectos como el chiringuito o la futura cruz monumental que defiende José Ramón Mateu, más allá de la disputa legal sobre la titularidad del templo.