Los socialistas, a través de su portavoz, Michel Montaner, se mostraron "indignados" ante un "hecho muy grave" con una "clara incitación al odio y un ataque a los valores democráticos y de manera especial ataque a mujeres". Según Montaner, Santos les ha tachado de "proxenetas y narcotraficantes" y "si no callamos ante estas situaciones, las acabaremos normalizando, dañando la imagen de esta institución y el comportamiento pacífico de la política".
El socialista recriminó la actitud al PP porque "el comportamiento o las declaraciones de cualquier concejal no podemos considerarlas como una cuestión personal que no afectan al Ayuntamiento ni a su acción de gobierno, si eso fuera así estaríamos justificando cualquier incumplimiento de la ley como una cuestión personal o algo ajeno a las instituciones".
Montaner se dirigió a la alcaldesa, Paqui Bartual, para exigirle el cese inmediato del edil y recriminarle su "pobre" defensa de esta actitud, matizando que "el comportamiento personal y la condición de cargo público son inseparables". "Sea valiente y apoye la moción para demostrar que la cordialidad y la convivencia son fundamentales en este Ayuntamiento", le pidió, añadiendo que "merece una condena expresa y una disculpa con el PSOE y en particular con los que nos sentamos en este pleno y los votantes".
Por su parte, el portavoz de Compromís, Ricard Barberà, insinuó a los populares que "Vox no es una buena pareja de baile" y les acusó de tratar de blanquear el comportamiento del edil "llevándolo a la manifestación por el 25N, como si nada hubiera pasado". Esta situación "nos lleva al mapa de la vergüenza" y "cuesta diferenciar la derecha extrema de la extrema derecha", apuntó.
El protagonista de la situación, Santos Santiago se defendió de lo que consideró un "error", "lo hice como se hacen otras cosas y se publican", argumentó, aunque reconoció que lo borró cuando le llamó alguien que dijo haberse sentido ofendido por la publicación. No obstante el edil, apuntó que "publiqué un meme, pero no hacía falta montar todo esto", en referencia a los insultos que ha recibido como "fascista", "supremacista" o "machista".
Para defender su cartel de "Nochevieja nacional" se refirió a casos de corrupción socialista como las tarjetas de los EREs en Andalucía, Luis Roldán o el Tito Berni, que "tienen en común mujeres que se venden por dinero y estupefacientes, y en todos los socialistas están por el medio". Santiago señaló a Montaner al que "le ha reprobado el pueblo de Xirivella" y le acusó de "no encajar bien estar en la oposición".
Casi los mismo argumentos son los que esgrimió el PP por medio del concejal Guillermo Garrido, a quien la alcaldesa cedió la intervención. Garrido calificó la reprobación de un "ejercicio de demagogia" en "momento políticos muy convulsos y de crispación". En esta línea, insistió en que el edil "ya ha pedido perdón y ha retirado la publicación". "El respeto a la institución va más allá que pedir este pleno", apuntó.
