Con
la apertura de BIOPARC, por primera vez la Comunidad Valenciana iba a
tener el "privilegio" de albergar un grupo de gorilas, una de las
especies en mayor peligro de extinción del planeta. Y este hecho
implicaba asumir una enorme responsabilidad en el reto común de
garantizar la supervivencia de tan emblemática especie.
Mambie,
el "espalda plateada", fue
uno de los primeros animales en llegar al parque en diciembre del
2007
y
lo hacÃa
dentro
del importante Programa
Europeo de Conservación (EEP) del
gorila
occidental de costa
(Gorilla
gorilla gorilla)
para convertirse en el macho
reproductor. Nació
en Twycross (Reino Unido) hace 30 años y su historia es, una vez
más, ejemplo de resiliencia.
Tras
más de dos años junto con la hembra Fossey y ante el aparente
fracaso reproductor,
era necesario
investigar
las causas mediante un exhaustivo análisis. El resultado no podÃa
ser más desalentador, pues se determinó que la probabilidad
de que pudiera ser padre era inferior al 1%.
Ante
esta situación y con el objetivo de garantizar
el máximo bienestar
de los animales, se decidió esperar y "darle
tiempo".
El equipo
técnico mantenÃa la esperanza
de que, como en los humanos, esa infertilidad se debiera a causas
externas y temporales como el estrés del periodo de aclimatación a
un nuevo grupo y un nuevo hogar. Además, dada la relevancia de su
genética, en 2011 se incorporó una segunda
hembra, Ali,
que un año más tarde parÃa al
primer gorila valenciano, Ebo.
Un nacimiento que en BIOPARC se recibió con gran emoción y con la
satisfacción del trabajo bien hecho.
Con
el entusiasmo al confirmar que Mambie "no era estéril", en 2014
llegó una tercera hembra, Nalani. Y los nacimientos
se han sucedido cada año entre 2016 y 2019 con Virunga,
Mbeli, Pepe y Félix.
La pérdida de la pequeña Mbeli con tan solo un año fue un duro
golpe, pero siguieron las buenas noticias y, lo más importante,
saber que cada nacimiento es un motivo de esperanza para esta especie
terriblemente amenazada. Mambie
ha tenido una notable trasformación. FÃsicamente
se ha convertido
en
un impresionante "espalada plateada", pero lo más relevante ha
sido su carácter, que ha pasado a ser un protector "padre de
familia".
Ahora
el reto lo tenemos las personas y de nuevo "privilegio" y
"responsabilidad" están presentes. El "privilegio" es
contemplar el comportamiento de esta
familia "valenciana" de gorilas que nos traslada a las selvas
africanas
para vivir toda una experiencia, emocionarnos y despertar el amor por
la naturaleza. Y la "responsabilidad" es asumir nuestro deber de
proteger este maravilloso planeta que no nos pertenece. En este
sentido, es fundamental apoyar también la conservación
in
situ
a través de la Fundación
BIOPARC para
preservar los hábitats de origen de estas especies. El proyecto
Ebo
lucha por evitar la desaparición de un grupo de gorilas que se
encuentran en este bosque de Camerún que atesora una valiosa
biodiversidad.