El Juzgado de Primera Instancia número 3 de Sagunto ha perdonado una deuda de 28.000,58 euros a un vecino de la citada localidad, C. R. B., el cual se vio en una situación de insolvencia en el año 2018 cuando la que por aquel entonces era su pareja solicitó varios préstamos rápidos y con intereses abusivos a su nombre, mediante su firma electrónica y sin su consentimiento.
Los hechos se remontan al 2016, cuando el hombre y la que era su pareja deciden romper la relación que tenÃan. La sorpresa se produjo a finales del 2017, cuando recibe su trabajo una notificación en la cual se le decÃa que tenÃa que abonar las cantidades pendientes de tres préstamos rápidos que se habÃan solicitado el año anterior a su nombre. "Me quedé estupefacto, porque no sabÃa que mi expareja habÃa utilizado mi firma electrónica y mis datos sin mi consentimiento para solicitar estos préstamos con intereses tan abusivos, que, junto a las penalizaciones por los retrasos, triplicaban las cantidades solicitadas", comenta.
Asimismo, añade que "intenté contactar con ella para que, al menos, me diera una explicación, pero nunca obtuve una respuesta. De este modo, de la noche a la mañana me encontré en una situación de endeudamiento que se habÃa generado por culpa de una tercera persona", lamenta.
Todo ello le generó problemas emocionales y económicos, ya que su nómina fue embargada. "Sufrà momentos de mucha ansiedad y nerviosismo. Llegó un punto en el que sólo salÃa de casa mi si mis padres lo hacÃan, ya que no podÃa ni ir a tomar un café porque no tenÃa con qué pagarlo. Tampoco encontraba una explicación lógica que diera respuesta a todo eso que yo no me habÃa buscado. Cada dÃa me preguntaba qué habÃa hecho yo para merecer eso. Además, hubo infinidad de llamadas de las entidades bancarias para que hiciera frente a los pagos pendientes pese a no poder", puntualiza.
Por su parte, la abogada que ha llevado el caso y socia fundadora de Bergadà Asociados, Marta Bergadà , explica que "estaba en una situación lÃmite pese a estar trabajando todo el dÃa. Tuvo suerte de la ayuda que le dio su familia para poder tirar adelante, aunque estaba destrozado psicológicamente".
Fue en el 2018 cuando el hombre escucha por primera vez la Ley de la Segunda Oportunidad, la cual permitÃa a los deudores de buena fe que se les perdonaran las deudas que tenÃan. AsÃ, se puso a buscar información y en un primer momento contactó con un despacho de abogados "el cual me hizo pagar unas determinadas cantidades, pero no hizo nada, algo que también me hizo daño".
A los pocos meses de esa adversidad descubrió el Foro de la Ley de la Segunda Oportunidad de Facebook, el cual dirige Marta Bergadà . Asà pues, tras una primera reunión, con la documentación correspondiente y ver que era factible la exoneración del pasivo insatisfecho, el equipo de Bergadà Asociados inició el procedimiento.
Pese a ello, todo se retrasó por la pandemia del Covid-19. "Fueron momentos muy difÃciles, ya que hubo una demora muy importante en los procedimientos y eso afecto de manera directa a los clientes", recuerda la letrada. Por su parte, el cliente puntualiza que "fueron más de tres años de calvario por todo lo vivido".
No obstante, recientemente llegaba la buena noticia en forma de auto del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Sagunto mediante el cual el juez le perdonaba todas las deudas gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad y al hecho de ser un deudor de buena fe. "Nunca olvidaré aquella llamada. Fue una sensación increÃble y de descanso. Estaré eternamente agradecidos a Marta Bergadà y a todo el equipo de Bergadà Asociados lo que han hecho por mÃ. Además, es un 10 como persona, ya que hubo momentos delicados que sólo se los contaba a ella en vez de a mis padres para que no se preocuparan más de lo que ya estaba y siempre estuvo a mi lado ayudando y animando".
Por su parte, Marta Bergadà comenta que "la vida puede provocar adversidades de cualquier tipo y este fue un claro ejemplo de una persona que se vio inmerso en una situación de insolvencia sin haber tenido conocimiento previo de que se estaba generando una deuda importante. Por eso, hay que difundir la Ley de la Segunda Oportunidad para que todo el mundo la conozca y, a su vez, explicar que todas aquellas personas que han sufrido un revés pueden salir adelante si son deudores de buena fe".