Catalá y Ribó en una imagen de archivo. EFELa portavoz del PP en el Ayuntamiento de València, María José Catalá, ha acusado este martes al Gobierno local de consumar "en menos de medio año y en plena crisis sanitaria, con los vecinos confinados, el nuevo sablazo fiscal", al haber recaudado 174,6 millones de euros de IBI.
Catalá ha manifestado en un comunicado que, de esos 174,6 millones, 115,5 millones son del IBI residencial, que ha subido este año "un mínimo de un 3 %"; 23,3 del comercial; 11 de oficinas; 5,9 de industrial, y más de 2,7 de ocio y hostelería, según una respuesta de la Concejalía de Hacienda a una pregunta del PP.
Según ha afirmado, "la mejor manera de ayudar a autónomos, pymes, comercios y hosteleros para salir de la crisis es una rebaja fiscal" y aplicar bonificaciones, pero hay un "rechazo frontal del Gobierno de Joan Ribó y el PSOE, que este año ha vuelto a subir los impuestos de entre un 3 y un 13 % a vecinos, comerciantes, autónomos y empresas".
Para la portavoz popular, la política fiscal municipal es "un instrumento fundamental" para favorecer el desarrollo social de la ciudad, impulsar la economía y crear empleo, por lo que el Ayuntamiento, una vez ha consumado la subida para 2020, debería aprobar unas ordenanzas Fiscales para 2021 que hicieran de València una ciudad "más atractiva para los emprendedores e inversores".
Catalá ha dicho que, si en 2015 cada valenciano pagaba al año "532 euros de media", con el actual equipo de gobierno "ahora tiene que pagar 638 euros".
Además, ha afirmado que los comercios valencianos se enfrentan a un "triple sablazo fiscal que perjudica notablemente sus negocios", ya que todos han visto aumentado sus recibos del IBI un 3 %, porcentaje que llega al 10 % cuando el valor catastral es superior a 278.512 euros, y los que facturan más de 1 millón de euros anuales pagarán el coeficiente máximo del Impuesto de Actividades Económicas, un 3,8 %.
La portavoz del PP ha indicado que en València el coeficiente del IBI está en el 0,723, lo que la sitúa a la cabeza junto a Barcelona, con un coeficiente del 0,787, y lejos del 0,483 de Madrid, y ha lamentado que en una situación "tan delicada" como la actual, con la paralización de la economía por la crisis sanitaria, el Gobierno local no ayude a reactivarla con incentivos y exenciones de impuestos.
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