Salvador Martínez Tarín ha dimitido. O al menos ha comunicado a la empresa municipal de autobuses que no va a seguir siendo su secretario. Se convierte de esta forma en la primera baja como consecuencia de la polémica creada tras conocerse su vinculación al cuñado del alcalde de València Joan Ribó.

El anuncio de Martínez Tarín ha trascendido unas horas después de que el concejal Giuseppe Grezzi, que es también presidente de la EMT, defendiera que su contratación había ahorrado mucho dinero a la empresa. En concreto, ha citado un ahorro de 200.000 euros en facturas, respecto a la etapa de gobierno del PP, y sentencias ganadas, algunas de las cuales han llevado a un ahorro de 100.000 euros en nóminas de trabajadores liberados. Se calcula que Martínez Tarín ha cobrado 220.000 euros de la EMT entre 2015 y 2019. Recientemente se le había renovado el contrato con un sueldo cinco veces superior al anterior.

En un comunicado, la EMT ha agradecido el trabajo "durante estos cuatro años" de su ya ex-empleado, ponderando su labor en la consecución de "hitos históricos como el primer texto refundido de convenio colectivo, la ampliación del objeto social de la empresa o asegurar la condición de empresa pública municipal de manera indefinida, entre otros".

La portavoz de Grupo Municipal Popular, María José Catalá, ha señalado, tras conocer la dimisión del secretario-asesor de la EMT, que "Ribó y Grezzi se equivocan si piensan que con esta dimisión se da carpetazo al escándalo de la EMT. Se deben asumir responsabilidades políticas porque se ha mentido a los valencianos y se ha llevado a cabo una gestión como poco negligente en la EMT".

Para Catalá "está dimisión debe ser la primera de una retahíla de dimisiones que deben haber en la cúpula de la EMT, empezando por el Gerente y acabando por el señor Grezzi".

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