El hombre que resultó herido de bala en un muslo en el tiroteo del dÃa de Todos los Santos de 2021 en el cementerio valenciano de Torrent y varios de sus familiares, que presenciaron lo sucedido, han reconocido en el juicio tanto al autor material de los disparos como a sus padres, también acusados.
Este superviviente del tiroteo es hijo de una de las dos vÃctimas mortales -el otro es un hombre que recibió una bala perdida cuando llevaba flores a la tumba de su esposa- y miembro del clan rival al de los procesados.
Todos ellos han confirmado con sus testimonios el relato de los hechos que mantienen tanto el fiscal como las acusaciones particulares.
Según consta en la calificación del fiscal, el tiroteo se produjo alrededor de las 10 horas del 1 de noviembre de 2021, cuando los procesados acudieron al cementerio y coincidieron con varios miembros de una familia con la que se encontraban enemistados por peleas en años anteriores.
Al parecer, el matrimonio de acusados y su hijo iniciaron una discusión verbal y fÃsica con el clan rival e incluso les golpearon con sillas y palos.
La acusada (la madre) llevaba oculta en sus ropas una pistola y en un momento de la discusión su marido la cogió para disparar, pero se le cayó al suelo.
La mujer la recogió y "con la finalidad de que la utilizase para disparar a los miembros de la otra familia", se la entregó a su hijo, que "sin que le importase lo más mÃnimo que cerca de él hubiese más gente y el riesgo que para ellos podrÃa suponer, comenzó a efectuar disparos hacia los miembros de la otra familia".
Un miembro de la familia rival fue herido en un muslo y otro falleció al recibir un disparo en el corazón, pero también resultó muerto otro hombre que habÃa acudido a llevar flores a la tumba de su mujer y que recibió un tiro en el abdomen.´
Por estos hechos, el fiscal pide una condena de 51,5 años de prisión para el autor de los disparos como responsable de dos delitos de asesinato consumado (19 años por cada uno) y otro en grado de tentativa (12 años), más un año y medio por tenencia ilÃcita de armas.
Los procesados, que en su declaración de este lunes admitieron haber mantenido litigios con la familia rival, uno de los cuales derivó en un tiroteo en 2016 en el que resultó herido el padre, negaron sin embargo haber estado en Torrent el dÃa de los hechos.
Por el contrario, el herido, que ha declarado este martes en condición de testigo, ha explicado que nadie de su familia directa estaba enemistado con los procesados y ha reconocido sin dudas a los procesados.
Según ha explicado al jurado, al coincidir en el cementerio con los tres acusados éstos les amenazaron de muerte y le empezaron a agredir con palos, mientras que él y varios de sus familiares únicamente pudieron esgrimir un paraguas para defenderse.
Uno de los agentes de la PolicÃa Local de Torrent, también en calidad de testigo, ha explicado que ese año se habÃa reforzado la presencia policial en el cementerio precisamente porque "ya habÃa habido discusiones y altercados en años anteriores".
Este agente, además, ha declarado que, tras escuchar tres detonaciones, vio a gente correr y a testigos que le dijeron que el autor de los disparos habÃa sido "el Bobo, de los Bocanegra", apelativo con el que se conocÃa en la localidad al procesado y a su familia.
Tras iniciar la atención a los dos heridos -ambos fallecieron-, este agente participó, con otros, en una batida por el cementerio en la que no consiguieron localizar a los procesados -que huyeron y fueron localizados cuatro meses después en Puertollano (Ciudad Real)- aunque sà que identificaron un rastro de sangre que posteriormente se comprobó que era de la procesada.