Preparación de las cestas en Sierra de Padelma, en una imagen compartida por la empresa. EFEEl único fabricante de cestas de Navidad afectado por la DANA, que destruyó su empresa de 25.000 m2 de Massanassa, ha podido recuperar parte de su actividad y reactivar una campaña concentrada en un cuatrimestre del año gracias a la ayuda de los proveedores y a los nuevos contratos que apoyan a los operarios habituales, muchos de ellos vecinos de Paiporta.
Los hijos de los fundadores de la empresa Sierra de Padelma, Ramiro Manuel y Ana Vanesa RodrÃguez Romero, han conseguido maquinaria y producto y, con 150 operarios distribuidos en tres turnos, están fabricando los lotes para sacar hasta final de campaña todo lo posible con el fin de que el impacto económico por la pérdida de actividad durante casi un mes sea el mÃnimo.
Ana asegura: "No sé decir cómo, pero estamos fabricando 24 horas en tres turnos", para una vez terminada la campaña de Navidad centrarse en "arreglar, pintar y reconstruir la fábrica", situada en el polÃgono de Massanassa desde hace seis años, donde compraron unas instalaciones de la firma Moblesa después de estar de alquiler en otros municipios que posteriormente ampliaron.
"Aquel dÃa -rememora para hablar del 29 de octubre- habÃa avisos de lluvias fuertes", y con el paso del tiempo han sabido que en el núcleo urbano se emitió un bando para que los vecinos no salieran de casa que no se reprodujo en el polÃgono y no eran conscientes de lo que se avecinaba.
"Como un dÃa más de campaña, estaban los operarios del turno de tarde, mi padre, ya jubilado, y yo, y tardamos diez minutos en la conversación habitual de despedida. Voy a la oficina a coger mi bolso para irme, abro la puerta principal de la recepción y el nivel de agua ya iba por debajo de los retrovisores de mi coche", relata Ana.
Fue entonces cuando se alarmó, pues hasta ese momento no habÃan oÃdo nada, y también fue lo que le salvó la vida, porque si el nivel hubiese estado más bajo, se habrÃa ido con el coche.
En ese momento, se fue a la zona de producción, donde en ese momento trabajaban 45 personas, apagó la música de la radio y comenzó a gritar: "Por favor, esto es una emergencia, que todo el mundo se venga conmigo arriba", y subieron todos a los despachos del primer piso y a la sala de juntas.
Antes de eso, cogió tres cestas de la exposición que tienen montada para el cliente final y agua, provisiones con las que pasaron la noche de la DANA viendo cómo el nivel subÃa "más" con las linternas de los teléfonos móviles.
"DependÃa mucha gente de mÃ, me asusté mucho, el agua subió hasta 1,70 metros y toda la noche estuvimos escuchando ruidos de caÃdas de palés y mercancÃa, de cristales de las botellas de cava y de whisky, viendo cómo toda la fábrica se iba destruyendo", los documentos, los dosieres de los clientes, los equipos informáticos, la flejadora, los pesos, las transpaletas, todo en fango.
Todos los coches de las personas que estaban en aquellos momentos trabajando se los llevó el agua como si fueran "barcos de papel", dándose golpes unos contra otros por la "fuerza terrible del agua".
El 90% de la plantilla es gente de Paiporta que ha perdido su coche y en seis casos concretos también su casa al vivir en plantas bajas, según cuenta la dueña de Sierra de Padelma, que en cuanto pudo dio el servicio de un microbús para recoger a los trabajadores y devolverlos a sus casas.
Estas personas han continuado trabajando, "es de admirar en sus circunstancias", pero también dice que son trabajadores de hace muchos años y son "una familia". "Un proveedor nos decÃa que esa pelota que hemos lanzado cuando todo iba bien se nos está devolviendo", cuenta Ana.
Se le quiebra la voz al recordar la pérdida de su primo hermano, desaparecido durante los primeros dÃas tras las inundaciones y cuyo cuerpo fue encontrado en la calle Santa Ana de Paiporta después de "bastantes dÃas".
En Paiporta la firma tenÃa una tienda en la calle Maestro Serrano para abastecer a empresas del polÃgono y a particulares que, tras quedar arrasada, se cedió al Ayuntamiento como punto de ayuda humanitaria.
Ana asegura, emocionada por recordar aquellos momentos, que es la única empresa del polÃgono de Massanassa que se ha reactivado en veinte dÃas, una empresa que trabaja en el ámbito nacional y las islas y que antes de la tragedia ya superaba la facturación de 2023.
"Somos gran empresa y esto es un palo que vamos a intentar, si Dios quiere, el seguro nos responde y tenemos suerte, retomar la campaña de 2025 mucho más fuertes", pese a que los próximos meses tienen mucho trabajo por delante para reconstruir la fábrica.
Gracias a que la nube guarda las fichas y los dosieres de los clientes, pudieron retomar la actividad donde se quedaron y volver a fabricar los pedidos cursados antes de la dana, además de tomar nuevos pedidos a partir del 15 de noviembre, cuando dijeron a los distribuidores que podÃan empezar a lanzar los productos retenidos.
El dÃa 13 tuvieron una inspección de sanidad con acta favorable y el dÃa 14 empezaron a fabricar. Este lunes salieron los pedidos de la semana anterior y sacaron trece tráilers de mercancÃa -cestas, cajas, baúles, estuches o jamoneras- a nivel nacional.
Si en el inicio de campaña eran 95 operarios, ahora llegan a 150 con el nuevo personal contratado para servir los pedidos. Durante el año volverán a quedarse en siete u ocho mozos de almacén y una veintena de personas en oficinas, como es habitual en empresas dedicadas a lotes de Navidad.
Ha sido clave en la recuperación la ayuda de los proveedores, que "se han volcado" llevándoles materia prima en plazos muy cortos y maquinaria nueva.
Ana destaca el apoyo recibido de empresas de la misma actividad, con llamadas de la competencia para brindar su apoyo y dar ánimos, y es que Sierra de Padelma siempre ha mantenido buenas relaciones con el resto de empresas del sector "y eso se ha notado" porque incluso les ofrecieron fabricar en otras instalaciones para dar servicio a sus clientes.
Se da la curiosidad de que la provincia de Valencia concentra las tres o cuatro empresas de cestas de Navidad más fuertes de España (además de Sierra de Padelma, Grupo Disber, Sadival y Lotes de España) y la única de ellas afectada por la DANA, debido a su ubicación, ha sido esta empresa familiar.
La DANA ha tenido efectos colaterales en muchas empresas no afectadas directamente debido al impacto en proveedores y logÃstica, ya que el polÃgono de Riba-roja, que resultó muy afectado, acoge un gran número de empresas de transporte.
Ese compañerismo del que hablaba Ana tiene un ejemplo: Lotes de España, en Paterna, les ofreció lotes suyos para etiquetarlos con la marca Sierra de Padelma y fabricar sus pedidos en sus instalaciones, al menos los que tenÃan vendidos. "Si necesitan cualquier cosa, les vamos a ayudar", asegura Pepa Alarcón, responsable de Marketing.
Las empresas han tenido gestos solidarios y han colaborado con la oenegé World Central Kitchen en la preparación de lotes de alimentación básica para el reparto en las zonas damnificadas, especialmente para las personas mayores.
