El Centro Ocupacional Municipal (COM) de Sueca ha realizado esta mañana una actividad que ha contado con la participación de escolares del municipio, dentro del Programa de Reducción del Estigma en Salud Mental y Diversidad Funcional, del que forman parte también la Concejalía de Acción Social del Ayuntamiento de Sueca, la Asociación de Familiares y Enfermos Mentales Ribera Baixa (AFEM RB), la Fundación SASM, la Residencia y Centro de Día municipales, el Servicio de Atención y Seguimiento de las Personas con un problema grave de salud (SASEM) del Ayuntamiento y el Departamento de Salud de la Ribera.
El objetivo del Programa es erradicar dicho estigma en salud mental y diversidad funcional desde todos los ámbitos: social, comunitario, educativo y sanitario. Así mismo, las entidades que forman parte, colaboran a lo largo del año poniendo en marcha diversas actividades que cuentan siempre con la participación de un centro escolar del municipio, siendo este año el colegio Luis Vives.
«Las personas con diversidad funcional continúan siendo víctimas de juicios discriminatorios por parte de la sociedad en relación a su aceptación y participación social. Así mismo, el estigma puede verse reducido si existe una mayor conducta prosocial, un mayor nivel de empatía, hacia las personas con discapacidad intelectual», ha señalado la concejal de Acción Social, Sari Sáez.
Reducción del estigma
En la actividad propuesta esta mañana, el alumnado de 3º de Primaria ha participado en los talleres que realiza el COM con el objetivo de que puedan valorar mejor las capacidades de los usuarios y usuarias. «También les hemos ofrecido una parte más teórica, para que conozcan todas las actividades que realizamos en el centro: deportivas, de aseo personal, de relajación, relacionadas con el día a día (utilizar el dinero para pagar, pedir cita en el Centro de Salud...), de fisioterapia, y aquellas que les pueden ayudar a encontrar un trabajo, entre otras», han señalado responsables del COM.
Para Sáez, el estigma hacia las personas con discapacidad, «impide un desarrollo normalizado en los diferentes escenarios de la vida cotidiana, porque estas personas deben demostrar continuamente que presentan capacidades suficientes para hacer muchas de las actividades de la vida diaria, instrumentales, de ocio, participación social y laboral».