La Comisión Delegada de la Fundación Bancaja en Sagunto presenta, en colaboración con Saggas, la exposición 'Alquimia del alma', que revisa los universos creativos del artista Marco Antonio Caparrós y recorre sus diferentes etapas pictóricas.
La muestra, comisariada por la escritora, guionista y locutora Ata Gomis, ofrece una selección de cuarenta obras de diversos formatos y estilos que permiten hacer un viaje a través de los mundos artísticos con los que el artista ha experimentado a lo largo de su trayectoria, así como profundizar en su proceso creativo y su imaginario.
El recorrido por la sala se distribuye en bloques temáticos a través de los que se entrelazan géneros y técnicas. Las piezas permiten acercarse a temas como las Naturalezas y Bodegones, que muestran la gran maestría y capacidad técnica del artista, al tiempo que trasladan una reflexión sobre la conexión entre la obra y el creador; Estanques con aguas y peces en los que pinta un cosmos cambiante, un mundo sin fronteras en el que todos sus habitantes viven en perfecta armonía y con el que alude a temas como la naturaleza cíclica, el tiempo, la perpetuidad de la vida y el renacimiento; Paisajes intuitivos, reflejo de impulsos internos y expresión de la propia alma del artista; o Damas de tres ojos, arquetipos vivos de la diosa madre que simbolizan el poder de la intuición, el silencio contemplativo y la serenidad del corazón.
Series temáticas
La distribución en la sala acerca al visitante a otras series temáticas presentes en su trabajo como Miradas, en las que revisa su propia infancia y rescata escenarios cósmicos que ya plasmaba con tan solo cuatro años; Bellezas, serie en la que explora las representaciones femeninas en su forma más primitiva y esencial, asemejándolas a tótems; Arte Consciente, con la que busca una conexión con la naturaleza energética y multidimensional del universo; Universos interiores, que se adentra en la espontaneidad, la libertad y las infinitas posibilidades que ofrece el medio artístico para mostrar la autenticidad del ser humano; Universo amor, obras que muestran aspectos en los que el amor se expresa desde diferentes planos y que invitan a un diálogo entre lo material y lo inmaterial; Universos animales, que canalizan el interés del autor por la esencia animal más allá de la apariencia; y Universos búdicos, serie en la que aborda la energía de Buda y sus experiencia vitales tras recorrer Sri Lanka.
Desde sus primeras creaciones hasta sus piezas más recientes hay siempre un hilo conductor: la conexión con la espiritualidad, la reflexión y la contemplación. Marco Antonio Caparrós traslada ese principio a la obra final mediante un proceso creativo en el que la pintura se convierte en un canal de acceso a lo sagrado. En sus figuras enigmáticas, en sus paisajes etéreos y en su juego de luces y transparencias hay una intención de ir más allá de la experiencia estética.
Con motivo de la exposición se ha realizado un catálogo en el que se incluye la reproducción de las obras que forman parte de la exposición acompañadas de los textos de la comisaria y del propio artista. Dentro del programa de mediación cultural y artística, la Comisión Delegada de la Fundación Bancaja en Sagunto ofrecerá talleres didácticos para escolares y visitas comentadas.
La muestra Alquimia del alma. Marco Antonio Caparrós puede visitarse hasta el próximo 20 de julio en la Sala de Exposiciones Glorieta de Sagunto, en horario de martes a sábado de 17 a 21 h.
Marco Antonio Caparrós
Nace en Baza (Granada) en 1965. Desde muy pequeño despierta el amor por el arte y a los 11 años en Granada comienza a visitar museos, galerías y casas de subastas, al tiempo que es premiado por su dedicación y temprano interés artístico. Su obra inicial, que expone y dona a su colegio, son cuadros sobre profundidades marinas con peces exóticos.
En su adolescencia realiza innumerables dibujos de estilo surrealista y aires de realismo mágico. A los dieciséis años realiza las pruebas de acceso a la Escuela de Artesanos de Valencia y solo dos años después ejerce como profesor de dibujo en la misma escuela durante cinco años, al tiempo que sigue practicando el dibujo, la pintura y experimenta con el grabado. En esta misma época comienza a estudiar la pintura del siglo XVII y visita los museos más importantes de Europa. El entonces catedrático de la universidad de Bellas Artes de Valencia y amigo familiar, Francisco Baños, le alienta a seguir trabajando y decide dedicarse en exclusiva a pintar.
En 1987 realiza su primera exposición individual, apoyado por José Giménez, quien ejerce de mecenas de su obra durante años. Durante este periodo de juventud pinta algunas de sus obras más emblemáticas, como El del pajarillo o A la mañana siguiente, ambas presentes en esta exposición. Dese este momento colabora con arquitectos y diseñadores para la creación de murales y frescos en proyectos de interiorismo, realiza encargos monumentales y tiene lugar su primera exposición fuera de España, en Nueva York, de la mano de la firma Lladró.
En 1996 nace su hijo Paulo y en 1999 inicia un periplo de viajes por todo el mundo que inspira sus creaciones. Japón aporta a su experiencia el encuentro con lo invisiblemente visible. Australia y Nueva Zelanda lo acercan a la naturaleza ancestral de aborígenes y maoríes. En la Polinesia y Fidji conecta con la pureza de sus gentes y con las profundidades del mar y sus criaturas, y Sri Lanka le despierta su conexión con el espíritu y la meditación.
En el 2004 viaja en solitario a México y Guatemala, donde vive una experiencia iniciática de muerte y despierta a un mundo de infinitas posibilidades, con experiencias místicas y espirituales. Desde este momento su trabajo se convierte en una cocreación entre el artista y su esencia, con el que conecta y canaliza información desde su interior más profundo.