El presidente de la Mancomunitat de lHorta Sud, José Francisco Cabanes. EPDALo más importante que se consiguió fue la unión de los 20 pueblos y el sentimiento de pertenecer a una mancomunidad que es igual o más grande que toda la provincia de Castellón y una potencia económica que es más que necesaria para la Comunitat Valenciana, ya no solo económicamente, sino también turística, cultural y gastronómica. Esto se dio sobre todo a partir de la pandemia, cuando se vio que era necesario tomar decisiones en conjunto.
La Mancomunitat hace de puente y el único objetivo que tenemos es trabajar para el bienestar de todos los vecinos, que suman casi medio millón de habitantes. Después de la pandemia, llegó el cambio de presidencia y tuve el privilegio de salir elegido sin ningún voto en contra, a excepción de la abstención de un partido local de Albal, lo que agradezco tanto a Compromís como al PP.
Somos una entidad plural porque el resto de partidos ostentan una vicepresidencia. De este modo, todos están representados en la Junta de Gobierno y en todas las comisiones, porque la Mancomunitat va más allá de un color político y se gobierna para todos, independientemente del partido al que pertenezcan los ayuntamientos.
Sí, por supuesto. Tratamos de que todo se apruebe por unanimidad y todos tienen el mismo peso. Si que tenemos en cuenta, cuál es el pueblo más grande y el más pequeño, porque no olvidamos que hay que ayudarlos más. Tenemos una idiosincrasia diferente al resto de comarcas, con el pueblo más pequeño de España, como es Llocnou de la Corona, y el que tiene más densidad de población por habitante, como es Mislata.
Además en algunos casos los municipios solo están separados por una calle. Siempre se trata de ser equitativo, por ejemplo, en los cursos para técnicos,
los pueblos más grandes por volumen de población cuentan con más plazas que los más pequeños.
Los retos son solucionar cualquier problema que tenga alguno de nuestros 20 pueblos, ayuntamientos o vecinos, independientemente del color político. El reto es mejorar la calidad de vida y que todos tengan las mismas oportunidades. El transporte también es una de las cosas que tenemos pendiente.
De hecho, la próxima semana tenemos una reunión con la directora del transporte metropolitano de Valencia para poner encima de la mesa los problemas y necesidades de la comarca, porque no es posible que no puedas llegar desde Sedaví o Catarroja hasta Torrent en transporte público.
Sí, claro. Tenemos uno de los pasos a nivel más peligrosos de España y como ya he dicho, los problemas de los pueblos son nuestro problemas. A este se suma, además, la conexión ferroviaria de algunos municipios, la iluminación de la Pista de Silla, o al ampliación de esta autovía que dejará aislados a algunos pueblos, además de los accesos en Forn d'Alcedo, que aunque no es l'Horta Sud, también nos afecta, y Valencia parece que solo tenga en cuenta su término a la otra parte del río, porque el soterramiento de las vías, por ejemplo, afecta a alguno de sus barrios como la Torre.
"Este año hemos creado un premio a las Fallas, destinado a fomentar el uso de materiales reciclables en la semana grande de la fiesta"
Además de las competencias propias, tenemos el servicio de multas mancomunado y estamos trabajando en el censo comarcal de ADN canino que ya va por su segunda fase, porque estamos adaptando el proceso a la ley de Bienestar Animal. Uno de los objetivos es que en estos cuatro años, todas las denuncias de ordenanzas municipales pasen por la mancomunidad, para liberar a los ayuntamientos de esa carga de trabajo, como en el caso de las heces en la vía pública o los vertidos ilegales. La recogida de animales abandonados también se hace a nivel comarcal a través de una empresa que ganó el concurso público.
Trabajamos, además, en la conectividad de los carriles bici y tenemos la oficina europea que trabaja, no solo para proyectos de la mancomunidad como tal, sino también para ayudar a los municipios para redactar proyectos. Después tenemos el tema de la formación y empleo, con la tramitación de ayudas y el Pacto por el Empleo y con las áreas industriales, y el departamento de Igualdad y Medio Ambiente, que se ofrece a los municipios, y la oficina del consumidor para aquellos que no tienen este servicio. También estamos trabajando en potenciar el turismo con el plan estratégico. Tenemos una estructura potente y muy bien definida, además del Museu Josep Ferrís.
Es una reivindicación histórica en la que al fin se nos ha dado la razón, ya no solo a la Mancomunitat de l'Horta Sud, sino también a todas las entidades que han trabajado en ello como la Fundació Horta Sud. Los datos son más claros y más realistas. La división de Horta Oest era intentar crear un conflicto donde no existía, romper una comarca con 40 años de historia, porque se creó concretamente el 12 de abril de 1982 por el ministro Antonio Asunción, que era en aquel entonces alcalde de Manises, y Manises se consideraba Horta Oest.
Por otra parte, estamos asumiendo competencias que no son nuestras. El Consorcio de Servicios Sociales se hace cargo del centro ocupacional 9 d'Octubre de Catarroja, cuyo edificio y terrenos son de la Mancomunitat, además del centro de educación especial La Unión de Torrent y Acypsa, un centro ocupacional y residencia en Aldaia. A pesar de que no es nuestra competencia, no podemos dejar a estas personas en el aire, en tierra de nadie, aunque la gestión la tiene los padres y madres de los usuarios. Pero entendemos que la Generalitat debe hacerse cargo de ellos y coger su tutela porque en algunos momentos hemos tenido que anticiparles el dinero por los retrasos del Consell.
Los presupuestos los tenemos casi acabados porque estamos a la espera de saber la cuantía de la subvención de la Diputación. Las líneas generales se basan en el convenio con la corporación provincial, el de gobernanza con la Generalitat, las subvenciones europeas y las nominativas a entidades de la comarca, sociales, medioambientales y de igualdad.
Este año seguiremos con el patrocinio de la Volta Comarcal y hemos creado, como novedad, un premio medioambiental para las Fallas, para evitar el uso de materiales contaminantes en la semana de fiestas. Otro de los proyectos es una nueva sede para la Mancomunitat en Torrent, porque llevamos 40 años aquí y se nos ha quedado pequeña. No podemos hacer nada porque es un edificio protegido.
Tras las elecciones pedimos reuniones con la alcaldesa María José Catalá para abordar la relación entre la ciudad y nuestros pueblos. Valencia ya no puede crecer más por la parte sur porque linda con nuestra comarca y estamos sufriendo los problemas de la capital como los precios de la vivienda, que están incrementando en nuestros términos por la escasez de pisos que sufre la ciudad.
Nuestra intención es abordar conjuntamente este tema y también otros como el transporte, la movilidad o la logística, pero la primera respuesta que tuvimos es que no tenía agenda, después nos ha ido delegando a los consellers y a día de hoy seguimos esperando la reunión. Parece mentira que haya sido alcaldesa de un municipio de l'Horta Sud. Los problemas que tenemos son comunes, no hay que olvidar que el soterramiento de las vías también lo sufre el barrio de la Torre, porque a la otra parte del río también es Valencia, que parece que a la capital se le olvidan las pedanías son sus vecinos.
