José Jiménez (Beas del Segura, Jaén, 1943), conocido mundialmente como
¿Cómo es el día a día en la actualidad de Joselito?
Mi vida actualmente es muy tranquila. Hace muchos años que vivo en Utiel, concretamente desde que era un niño cuando llegué con mi hermano en busca de trabajo y viajé en el sillín de una bicicleta de mi tierra de Beas del Segura, una localidad que quiero mucho y donde también soy hijo predilecto. Al llegar tan pequeño aquí me acogieron con los brazos abiertos, aquí me dieron mis primeras oportunidades, me compraron ropa y me cuidaron.
¿Cuándo fue la primera vez que te subiste a un escenario?
En el Salón Pérez de Utiel me presentaron a gente quien me acogió y me compraron un trajecillo cordobés, de bailaor corto y me presentaron en este cine. Aquel día fue una revolución, tuve mucha suerte porque Luis Mariano trabajaba en Valencia y en un momento fui a su camerino, me oyó cantar e inmediatamente me dijo que acudiese a uno de los teatros más importantes de París. Allí estrenaba una función y me presentó ante la televisión francesa, retransmitieron todo el espectáculo. Me preparé dos canciones en francés, aunque no sabía leer me ayudó un profesor de aquí para aprendérmelas de memoria en fonética. Las canciones fueron 'Violetas imperiales' y 'México' de Luis Mariano. En el momento de la función me cogió en brazos para que cantara porque en la posición más baja del micrófono no llegaba. Fue un triunfo enorme. Cuando volví a España no paraban de llamarme para ir a las radios. En una de esas radios tuve la suerte de que llamó un productor y director de cine, Antonio del Amo y me dijeron que querían hacer una película conmigo. Después de mi primera película "El pequeño ruiseñor" empecé con una productora francesa para distribuirme y llevarme por todo el país. Después Italia con la Metro-Goldwyn-Mayer que me ayudó a dar el salto a América, en EE. UU me llevaba el presidente de Columbia Pictures de aquel entonces. Durante ese tiempo estaba quince días en Nueva York, Brooklyn, Manhattan y de ahí ya pasé a Sudamérica, no hay ningún país de todo el continente americano al que no haya visitado durante veinte años.
¿Cómo gestionaba todo el dinero siendo tan pequeño?
Tenía un apoderado que se encargaba de ello, pero fue el que al final se quedó con casi todo lo que gané con mi trabajo. Además, desde el primer momento en el que me subí al escenario me salió este apoderado, aquel día fue un gran triunfo y demostró a todo Utiel que era un fenómeno y que tenía una voz prodigiosa, la voz blanca de Joselito que luego fue reconocida en el mundo entero. Él fue quien se hizo cargo, era como un hijo para él porque a mis padres los veía poco cuando venían a Utiel o cuando yo podía acercarme a Aldaia que es donde vivían. A mis padres les compré una casa en Aldaia con el dinero que recibí después de mi primera película en 1956, también pude traer a todos mis hermanos de Beas del Segura. Cuando llegué con mi hermano a Utiel me empeñé en cantar, desde pequeño ya sabía que mi voz era lo que iba a sacar a mi familia de la pobreza, le convencí a mi madre de que me dejara venir aquí y les prometí que volvería millonario. Todo ello fue una fantasía y un sueño cumplido.
¿Cuánto ganaba por los shows en América?
Lo que ganaba con la Columbia Pictures o en Francia por cada show eran 5.000 dólares de la época y hacía unos cuatro o cinco shows al día. Siempre había mucha cola de gente, fácilmente ganaba diariamente 20.000 dólares de aquel tiempo en los años 1956-57-58. Con 13/14 años ganaba todo ese dinero y eso en España era imposible. Además, a Franco le venía muy bien porque, aunque nunca trabajaba allí, cada tres películas declaradas en Hacienda le llegaban de divisas del extranjero a España 3.000 millones de pesetas. En aquel momento para el régimen español le venía muy bien porque después de la posguerra es cuando más falta hacía el dinero. Era el niño mimado, aunque nunca saludase a Franco, mandaba a su mujer Carmen Polo a Nueva York, México o Bruselas con un ramo de flores, pero en realidad esa es la única conexión que tuve con él.
¿Ha contado siempre con el apoyo de su familia?
Sí claro, pero mis padres y mis hermanos eran analfabetos y ellos no tenían capacidad para controlar mis contratos. Le hicieron un documento a mi representante de Utiel para que me llevara por el mundo. Como enseguida que tuve dinero les di para que hiciera su casa, sus negocios, pues estaban tranquilos y tampoco tenían capacidad para organizarme, porque si no lógicamente se hubieran preocupado, sobre todo antes de llegar a la mayoría de edad por las cuentas que me daba mi representante.
Este año ha sido el pregonero de la Feria y Fiestas de Utiel ¿Cómo viviste ese momento?
Para mí fue un honor que me pidieran hacer el pregón. Les dije que no era pregonero que era actor y cantante. Hice un pregón en la línea que normalmente lo hacen, les dije al pueblo lo que quería decirles y ya está. A la gente le gustó.
¿Cómo recibiste la noticia de que Utiel pusiera una calle con tu nombre?
Cuando me notificó el Ayuntamiento de que por unanimidad absoluta decidieron poner la calle con mi nombre me preguntaron si lo aceptaba, ¿cómo no voy a aceptarlo? Yo no he pedido nunca nada a Utiel, estoy muy agradecido a la ciudad porque me ha apoyado y ayudado mucho, sobre todo cuando llegué muerto de hambre aquí, pero por lo visto Utiel quería hacerme un reconocimiento. Siempre he estado hablando de Utiel por el mundo, se conoce en el mundo entero por mí, porque lo he nombrado siempre, aparte lo he cuidado mucho, he hecho publicidad gratuita siempre para vinos y demás, todo lo que sea bueno para el municipio es bienvenido. He tenido medios para atraer a las televisiones a grabar aquí, por ello están agradecidos y decidieron hacerme este homenaje, fue un honor. Además, para mí era una doble alegría porque se lo dieron al director Berlanga que también es familia de mi mujer y me alegré muchísimo.
¿Sufrir tal popularidad a una edad muy temprana te quitó muchas cosas de tu infancia/adolescencia?
Era consciente de todo porque era mi ilusión desde que salí de mi pueblo de Jaén, me dediqué solo a eso, no me preocupó nada más. Aquí en Utiel empecé a ir al colegio por primera vez en mi vida, mis giras artísticas y películas no me daban tiempo para otra cosa. No sabía si me estaban explotando o no, pensaba desde el principio que, aunque fuera así, para mí era bueno y estuve totalmente contento de que fuera así, aunque no pudiera jugar con los niños, ni ver a mi familia, pero era lo que yo quería para mí y mi familia. Solo me he dedicado a ello, aunque hubo una temporada que estuve apartado, me hice director de cine en Madrid, hice muchas cosas, pero no como profesión.
¿Crees que tu caso en concreto creó un antes y un después sobre los niños prodigios en España?
Naturalmente que sí. Marisol salió mucho más tarde cuando yo ya había hecho seis películas y somos muy amigos, también fue famoso Pablo Calvo que tuvo éxito con "Marcelino, pan y vino", pero claro que Joselito fue un antes y un después.
¿Te costó asimilar lo influyente que has sido en la vida de las personas?
Sí, aunque lo asimilé muy bien, porque cuando uno es niño se asimila muchísimo mejor desde el primer momento, que teniendo veinte años y de pronto te conviertes en un ídolo mundial, eso es mucho más difícil. Cuando eres un niño lo tomas con toda la naturalidad del mundo, es tu vida, has crecido con ello y es más cotidiano. Vengo de una familia tan humilde que nunca jamás me he envanecido. Si un artista por muy grande que sea carece de humildad y sencillez, nunca vas a ser el artista que quieres, ni el que quiere la gente. Eso es lo que más llega a la gente. Si eres un ídolo muy vanidoso, poco humilde e intratable ¿de qué te va a servir? He conocido a los más grandes como Frank Sinatra, Spencer Tracy y eran unas personas muy accesibles a todo el mundo. Una de las cosas que más me ha impresionado en toda mi carrera es que tras un show cuando salí del teatro aun siendo niño escuché a un padre y una madre decirle a su hijo que estaba en sus brazos "¡tócalo, tócalo! verás que es de carne".
¿Entendías el fenómeno fan?
Cuando eres un ídolo, aunque seas un niño, y ves ese fanatismo de la gente no te parece natural. Aunque no sea contigo solo, sino con más personajes públicos, pero sabía que tenía que vivirlo, en mi caso y en el de compañeros de profesión con los que también he trabajado.
¿Has sentido responsabilidad y presión por tus actos al ser un personaje público?
Yo he sido siempre responsable de mis actos. Hay uno de ellos, que solo fue uno, lo asumí y vi que fue lo único que no tendría que haber hecho jamás. De lo único que me arrepiento en toda mi carrera artística y personal fue cuando entré en el mundo de las drogas. Por todo lo demás siempre he hecho bien para todo, he sido muy buena gente, he ayudado a mucha gente porque es mi forma de ser, lo he aprendido de mis padres y mis hermanos/as.
¿Quién ha sido tu principal apoyo durante estos años?
Siempre fue Marifé. Cuando llegué a Utiel conocí a una niña de una buena familia que nos caíamos muy bien, cuando ella tenía ocho años y yo nueve. Tanto es así que para vernos más cuando grababa una película en España para ensayar las canciones de las películas traía a los autores y pianistas aquí para poder estar más tiempo con ella. Marifé tenía un piano, sabía tocarlo y ahí ensayábamos las canciones y así teníamos más tiempo para estar juntos. Marifé es el pilar de mi vida, de niño y de mayor, de siempre, sin ella no hubiera salido de algún trance.
¿Guardas amistades de aquella época?
Claro que sí. Un día viajando en avión coincidí con Marisol hace muchos años. Me dijo "mira que eres sinvergüenza, aún guardo todas tus cartas y tú no has guardado ninguna" (entre risas).
Hay un proyecto en camino, una película sobre tu vida...
Sí que está en mente, pero no puedo hablar de ello porque ha habido varios intentos varios proyectos para rodar mi vida en cine y no se han llevado a cabo. El que está ahora en proceso espero que se haga realidad. Cuando esté todo firmado y hecho hablaré, pero antes no.
Y respecto a libros, tiene varias memorias...
Sí, tengo dos. Una con la editorial Planeta "La jaula del Ruiseñor" de Manuel Manzano que es una biografía y años más tarde hicieron una en versión cómic que es totalmente documentado igual que el primero, pero toda ilustrada y fenomenal, se titula "Las Aventuras de Joselito" de José Pablo García.
En febrero cumples 80 años. Hablando con perspectiva ¿te ha quedado algún proyecto o un sueño en mente que te gustaría cumplir?
Diría que me gustaría que hubiera alguna película donde se ruede toda mi vida que creo que es importantísima, solo eso, por lo demás no, vivir tranquilo como vivo y sin grandes aspiraciones de nada.
¿Crees que la profesión te ha tratado bien?
No me ha tratado nadie mal, tampoco he estado en la profesión de España como tal porque estaba más al margen de eso, apenas rodaba las películas aquí, estaba siempre en otros países. Toda la gente que conozco de la profesión sí son amigos míos y me han tratado siempre muy bien, he sido muy amigo de Sancho Gracia, Carmen Sevilla, Concha Velasco con quien hemos hecho juntos programas de televisión.