Tras la dana del 29 de octubre de 2024, la Biblioteca Ramón Guillem de Catarroja, que acaba de reabrir sus puertas, es el único centro dedicado a la cultura que queda en pie en el municipio. Por ello, desde la concejalía se ha procedido a reestructurar los espacios para que sean atractivos no solo a los estudiantes, sino también para las familias que quieran acercarse a la cultura. 
La reconversión y adecuación se ha llevado a cabo con la colaboración de Ikea Valencia, que quiso participar en estas instalaciones que se han convertido en un símbolo de "unión y creatividad para mejorar el día a día", como ha señalado  Violeta González, responsable de desarrollo de negocio, comunicación y marketing en la presentación de la reestructuración este lunes, quien ha recordado que la tienda de Alfafar se convirtió en refugio para más de 700 personas la noche del 29 de octubre. 
La concejala de Cultura, Dolors Gimeno, ha explicado este proyecto en el que ha participado la bibliotecaria, Mari Ángeles Gaudioso, para crear un espacio adecuado al siglo XXI. Así, se han creado zonas de acción comunitaria, con un espacio juvenil y otro para enciclopedias que "son los antepasados del chatGPT". 
También se realizan actividades de alfabetización y la hora del cuento, además de que se dispone de una bebeteca para niños de 0 a 3 años. El edificio es la sede de actividades que ponen en valor la literatura de escritores locales, con encuentros con los propios autores, y hay un espacio dedicado a los premios literarios de Catarroja desde los años 80. Además, se ha creado un club de lectura familiar y cuenta con un pequeño espacio para comer o beber.  
Ubicaciones por plantas
Gimeno ha explicado que en la planta baja se ha renovado la recepción y en la primera se sitúa la bebeteca y los libros destinados a los más jóvenes, con una zona dedicada a la introducción a la lectura. En el entresuelo, está el rincón dedicado a Ramon Guillem, poeta, narrador y ensayista de Catarroja que fue el bibliotecario durante más de 40 años, hasta 2024, con una estantería con su obra poética, y otro autores locales. En esta misma planta está el espacio dedicado a la lectura de prensa. 
En la segunda, se ha habilitado un aula que actualmente está ocupada por la Escuela de Adultos, dado que su ubicación sufrió la dana, y una cómoda zona de lectura libre de dispositivos tecnológicos para disfrutar de los libros. También en esta planta se ubica la biblioteca como tal para adultos y las aulas de estudio individual y grupal. 
El sótano del edificio, donde se ubica el salón de actos, sigue en espera de reconstrucción, aunque es una de las memorias que ya se ha entregado al ministerio para que de el visto bueno y cuentan con un presupuesto de cerca de tres millones de euros. No obstante, las obras en esta zona ya estaban paralizadas tras la pandemia, por el incremento de precios de la adjudicación inicial.
En esta situación, "la biblioteca es la referencia cultural que tenemos en Catarroja", ha destacado Dolors Gimeno, en espera de la reconstrucción del teatro Auditorio para lo que se requiere una inversión de 9 millones de euros, por el daño causado por la dana. "También ha servido de refugio climático este verano", ha añadido la concejala.
La dana no afectó a lo que es la biblioteca en sí, ya que el material se ubica en las plantas superiores. Aún así, se estima que se han perdido entre 300 y 400 libros que en esos momentos estaban en préstamo y que todavía ahora se están recuperando. 
La solidaridad hizo que llegaran entre 3.000 donaciones de las que 1.500 se han sumado a los fondos y el resto "los donamos para que la gente pudiera reparar sus bibliotecas personales, sobre todo, se los dimos a los niños y niñas que perdieron sus libros», ha destacado Gaudioso, y también se donaron a los colegios, c a los que se ayudó para la gestión de sus bibliotecas.