Alicante se consolida como el epicentro de la inversión foránea en vivienda, atrayendo a europeos y, cada vez más, a norteamericanos en busca de segundas residencias, retiros dorados e inversiones rentables. El reciente fin de la "Golden Visa" y el debate sobre nueva fiscalidad para no residentes marcan la agenda de un sector en plena ebullición.
En un contexto de incertidumbre económica global, el mercado inmobiliario de la Costa Blanca sigue demostrando una fortaleza inusitada, impulsado de manera decisiva por la demanda extranjera. La provincia de Alicante no solo lidera las estadÃsticas nacionales de compra de vivienda por parte de foráneos, sino que consolida un modelo resistente basado en la calidad de vida, el clima y un atractivo inversor que parece inmune a las turbulencias externas. Durante 2024, cerca del 45% de las operaciones de compraventa en la provincia fueron protagonizadas por extranjeros, una cifra que pulveriza la media nacional y subraya la condición de la zona como un imán para el capital internacional.
Los datos más recientes de 2024 y las primeras proyecciones para 2025 confirman la robustez de esta tendencia, un fenómeno que constatan dÃa a dÃa las agencias inmobiliarias en Alicante. Compradores procedentes del Reino Unido, PaÃses Bajos, Bélgica, Polonia y Alemania continúan encabezando las listas de transacciones. Su principal motivación sigue siendo la adquisición de una segunda residencia, un lugar donde disfrutar de largas temporadas o de una jubilación bañada por el sol del Mediterráneo. Zonas como Calpe, Moraira, Altea, y en general todo el litoral norte de la provincia, junto a enclaves como Torrevieja, siguen siendo las más cotizadas por este perfil de comprador.
El precio de la vivienda en la Costa Blanca ha reflejado esta fuerte demanda con un incremento notable. Según datos de portales inmobiliarios, la variación anual del precio en la provincia de Alicante ha experimentado subidas de dos dÃgitos en el último año, alcanzando nuevos máximos históricos en mayo de 2025 con un precio medio que supera los 2.500 €/m².
El perfil del comprador se expande: El desembarco norteamericano
Si bien el comprador europeo sigue siendo el pilar del mercado, se observa un creciente interés por parte de ciudadanos norteamericanos. Impulsados por la fortaleza del dólar frente al euro, el auge del teletrabajo y una percepción de España como un destino seguro y con un coste de vida asequible, los estadounidenses y canadienses comienzan a hacerse notar, especialmente en el segmento del lujo. Buscan propiedades de altas calidades, con espacios amplios y vistas al mar, y su llegada está diversificando y añadiendo un nuevo impulso al sector.
Las motivaciones de los compradores foráneos no se limitan al disfrute personal. La inversión con fines de rentabilidad es un factor cada vez más relevante. La Costa Blanca ofrece un atractivo rendimiento a través del alquiler turÃstico, con tasas que pueden oscilar entre el 6% y el 9% en localidades de alta demanda como Benidorm o Torrevieja, superando la media de otras zonas de España.
Un ojo en la regulación: El fin de la "Golden Visa" y la nueva fiscalidad
El dinamismo del mercado se produce en un momento de cambios regulatorios que generan debate. El reciente anuncio del Gobierno español de poner fin a la concesión de la "Golden Visa" por inversión inmobiliaria de más de 500.000 euros ha suscitado incertidumbre. Aunque este programa representaba un porcentaje minoritario del total de compras de extranjeros en Alicante, su eliminación ha provocado una aceleración de las solicitudes en sus últimos meses de vigencia. Expertos del sector consideran que su impacto en el volumen general de ventas será limitado, ya que el grueso de la demanda se mueve en un rango de precios inferior y responde a otras motivaciones.
De mayor calado podrÃa ser el debate abierto sobre una posible nueva fiscalidad para los compradores extranjeros no residentes y extracomunitarios. Actualmente, estos ya tributan a un tipo del 24% en el Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR) por los rendimientos de sus inmuebles, frente al 19% de los ciudadanos de la UE. Propuestas recientes que apuntan a un posible recargo fiscal adicional para este colectivo buscan, según sus impulsores, desincentivar la especulación y priorizar el acceso a la vivienda para los residentes.
A pesar de estos debates, el sector inmobiliario de la Costa Blanca se muestra confiado. La combinación de un estilo de vida aspiracional, una infraestructura consolidada y una oferta inmobiliaria diversa sigue siendo una fórmula de éxito. La demanda extranjera, lejos de flaquear, se consolida como el motor principal que, de momento, mantiene al mercado costero a toda máquina.