La EMT penaliza a El Palmar y El Perelló frente a otros enclaves de la Albufera

La Empresa Municipal de Transportes de València (EMT) conecta el caso urbano de la ciudad con El Palmar y El Perelló cada 110 minutos. Es decir, casi cada 2 horas. Y eso es así porque sólo destina ocho autobuses al día a la línea 25 (la única que pasa por estos enclaves tan turísticos), que en 2019 transportaron casi un millón de usuarios según datos de la propia empresa. El año pasado el incremento de pasajeros en este trayecto fue del 15% a pesar de esos tiempos de espera.

Pero lo que llama aún más poderosamente la atención es el agravio con otros enclaves del entorno de la Albufera. A la línea 15, la que va desde la Plaza del Ayuntamiento a Pinedo, la EMT dedica 11 buses a pesar de contar con sólo 117.000 pasajeros, que tienen una frecuencia de paso de 90 minutos. Es decir, 20 minutos menos de espera para el usuario de la 15 que para el de la 25. Con el añadido de que por Pinedo además del 15, pasa el 25, y pasa también el 14. Es decir, en Pinedo disponen de tres líneas para llegar a València, con lo que el tiempo de espera en la parada es aún más reducido.

No parece haber ninguna lógica en los recursos aportados a una y otra línea, ni por número de usuarios, ni por crecimiento, ni por solapamiento. Y menos si se considera que la única alternativa al denostado vehículo privado a motor es precisamente este servicio de transporte público. Salvo que se considere -como dicen irónicamente en El Palmar- la opción de viajar en barca a través de la Albufera.