La hija del marroquí expulsado de València, "rabiosa" por el trato a su padre

Lina, la hija de 9 años del marroquí que fue trasladado del CIE de València a Algeciras y de allí a su país por una orden de expulsión que ha sido denunciada como "ilegal", ha expresado que está "muy enfadada, triste y rabiosa" por el trato dado a su padre.

En una carta abierta escrita en valenciano y remitida a EFE por el despacho ZB&P Abogados que representa a Hassan En Naciri, la mayor de sus tres hijos explica cómo se siente después de que hayan "cogido" y "pegado con violencia" a su padre y asegura que lo "necesita para sobrevivir".

"Tengo todo el derecho del mundo a dar mi opinión", dice la niña, que cuenta que ha nacido en España y vive y estudia en este país, y tras lo que le han hecho a su padre defiende que son "humanos" y tienen "derechos en su vida".

Añade que ella y sus hermanos, Salma, de 7 años, y Yassir, de 2, quieren que su padre vuelva porque cuando están juntos son "felices" y dice que piensa que "ha salido con amigos y volverá a casa como máximo en dos horas y entrará por la puerta" para hacer todas las "cosas divertidas" que hace con él.

"Ahora estoy aburrida sin mi padre, Necesito a mi padre para sobrevivir y seguir mi vida y no puedo aguantar sin él", finaliza.
El despacho de abogados ha explicado a EFE que En Naciri fue sacado el domingo del CIE de València y trasladado al de Algeciras y desde allí lo embarcaron a Ceuta, a la frontera con Marruecos, donde lo entregaron a las autoridades del país.

Desde que salió de València el domingo, su familia y los letrados desconocían su paradero hasta que este miércoles pudo contactar con su mujer y ésta con los abogados para confirmar que había sido expulsado y se encontraba en Marruecos, con la intención de llegar a casa de un amigo en Tánger.

En Naciri, que reside en Alcalá de Xivert (Castellón), fue condenado en enero de 2016 por la Audiencia de Teruel a tres años de cárcel por un delito contra la salud pública, por la venta de menudeo de cocaína, y en octubre de ese mismo año se sustituyó la prisión por su expulsión de España.

En ningún momento, según ha aclarado la defensa de En Naciri, el hombre ha pedido sustituir la prisión, de la que ya ha cumplido seis meses de preventiva, por la expulsión, a la que "siempre se ha opuesto", y fue la Sala la que la solicitó e incluso el fiscal informó a favor de la no expulsión.

La defensa del hombre ha reiterado que se trata de una expulsión "ilegal" porque, según la circular 7/2015 de la Fiscalía del Estado, al no haberse ejecutado en el plazo de dos años era obligatorio haber revisado, antes de proceder a la expulsión, sus circunstancias actuales.

Ademas, argumenta que el hombre tiene trabajo, se había comprado una casa con hipoteca y sus hijos están escolarizados, por lo que está "arraigado" en la localidad castellonense.
Igualmente, indican que la hija pequeña, Salma, tiene nacionalidad española y la mayor, Lina, ya cuenta con el informe favorable para adquirirla.

Por ello, en cumplimiento con la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea 8/3/2011, "era imposible expulsar a Hassan por ser padre de una ciudadana europea, que depende económicamente de él y además es menor", y consideran que su expulsión es "una clara vulneración de derechos humanos".