El joven agente César Raro fue requerido por la sala de la Policía Nacional para acudir a una vivienda de Valencia donde habían intentado robar a una mujer de 84 años y, ante el estado de nerviosismo de la octogenaria, decidió ponerse a tocar un piano acústico que había en el salón y logró calmarla.
El agente, de 25 años y que fue junto a su compañero Jorge González al servicio, cuenta a EFE que la mujer llamó a la Policía después de "escuchar ruido en casa y ver a un hombre, que se marchó en cuanto le descubrió".
"Era tal su nerviosismo que no nos quería abrir. Al final, lo hizo pero estaba fatal, casi ni se tenía en pie, y fuimos al sofá a hablar. Comprobamos que todo estaba bien, incluida la cerradura, y no había pasado nada", añade Raro.
El agente explica que vio el piano acústico y, además de que le gusta -él tiene uno electrónico que ya apenas toca-, pensó que podría tranquilizar a la mujer, que es doctora en Bellas Artes.
"Ya no toco nunca; no he estudiado ni nada, una canción me gusta y me la aprendo. Al ver el piano acústico pensé que sería bonito porque es diferente al electrónico, no se puede bajar el volumen, y empecé a tocar varias canciones", entre ellas, el 'Vals de Amélie' de Yann Tiersen y el 'Para Elisa' de Beethoven.
"Era una oportunidad para mí tocar un acústico pero pensé que a ella, que es doctora en Bellas Artes, le haría ilusión y lo sabría apreciar", añade.
Mientras César tocaba el piano, su compañero Jorge, de 35 años y con el que lleva patrullando un año y medio, empezó a grabarlo y a hacerle fotos con el móvil.
"Fue algo espontáneo, que él tocara y que yo le grabara; la intervención lo requería. Era algo para nuestros compañeros, que somos como una piña, y pensé que sería un bonito recuerdo. Alguno lo pasó por redes y se hizo viral", explica a EFE Jorge.
Cuando acabó de tocar, la mujer se había tranquilizado pero además, apunta César Raro, se "había emocionado" y le escribió una poesía "porque dijo que estaba inspirada" y se fundieron en un emotivo abrazo.
"Estaba superagradecida, nos habló de su vida, es muy culta pero estaba tan nerviosa que no se quería quedar sola. Al final se quedó tranquila y contenta", recuerda César, que reconoce que ni se enteró de que Jorge lo estaba grabando.