El president de la Generalitat, Ximo Puig (centro), y el alcalde de València, Joan Ribó (dcha), atienden las explicaciones sobre la Línea 10 de Metrovalencia. EFE
Este primer proyecto, presupuestado con 4,8 millones (IVA incluido), contempla la construcción de la rampa de salida a la superficie de la estación Amado Granell hasta la de Hermanos Maristas, conectando con la plataforma construida en su momento con continuidad hasta Nazaret.
El president de la Generalitat, Ximo Puig, el alcalde de València, Joan Ribó, y la consellera de Obras Públicas, María José Salvador, han asistido este miércoles a la presentación del inicio de las obras, que inicialmente comenzaron en 2006 pero fueron paralizadas en 2011 tras dejarlas el PP sin dotación pero que ahora se retoman con una aportación de 30 millones de la Generalitat y otros 20 de fondos europeos Feder.
Salvador y Ribó han coincidido en mostrar su satisfacción por la reanudación de una infraestructura que, han destacado, marcará "un antes y un después" en el transporte de la ciudad, es "un punto de inflexión" y "consolida la apuesta del Consell por el transporte público", mientras que Puig ha sostenido que "servirá para coser la ciudad".
A la llegada de las autoridades, vecinos de La Punta han desplegado una pancarta reivindicativa por una "vertebración territorial" y el sindicato CGT de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) otra que reclamaba "un transporte público, social y de calidad". Además, sus voces de protesta se han dejado oír en algunos momentos del acto.
Tras hacer un recorrido por los paneles explicativos y ver un vídeo figurativo con imágenes en 3D de cómo será la línea y sus estaciones, Salvador ha explicado que a partir de marzo se licitarán los otros proyectos: arquitectura y equipamientos de paradas y estaciones (28 millones), electrificación y subestaciones (8), señalización y comunicaciones (7) y talleres provisionales (3).
Puig ha valorado que la decisión de reanudar las obras ha llegado tras "un análisis riguroso" que ha contemplado la situación financiera y que era una obra "imprescindible para la ciudadanía" y ha valorado que ofrecerá "intermovilidad".
"Hemos intentado, junto al Ayuntamiento, dar una nueva perspectiva de lo que tiene que ser una ciudad integrada", ha defendido Puig, quien ha considerado que servirá para "reforzar" el barrio y ha anunciado que pronto presentarán el Plan de Movilidad Sostenible del Área Metropolitana.
Ribó ha agradecido las reanudación de las obras a la "lucha heroica del movimiento vecinal" y a gobiernos progresistas, autonómico y municipal, que se han propuesto "revertir la perspectiva de futuro de Nazaret definida en término de integración", en asuntos sociales, de movilidad, urbanísticos y medioambientales.
"Estamos avanzando pero la historia no acaba aquí", ha dicho, sobre iniciativas en marcha como el Plan de Acción Territorial de la Huerta o la desafección de espacios portuarios para el Parque de la Desembocadura, y sobre otras reivindicaciones que faltan como la recuperación de la huerta o el desarrollo de ese parque "asimilable al parque de Cabecera o al Parque Central".
Además, ha expresado su "deseo" de que la L10 continúe avanzando "camino de La Marina, del puerto y de su integración en el Cabanyal", una labor que "ahora no se puede hacer", pero en la que ha pedido trabajar para que "algún día sea posible".
El presidente de la Asociación de Vecinos de Nazaret, Julio Moltó, ha asegurado que ahora el reto es "la conexión con Canyamelar para dar forma al tranvía del litoral" y poder conectar, al norte, con la red existente al sur, y reconvertir la autovía de El Saler en Bulevar para poner un tranvía hasta El Saler.
Desde la asociación Nazaret Unido, José Antonio Barba ha celebrado la reanudación de las obras aunque ha advertido que "no" van a "tolerar" el proyecto de la fase Nazaret-Cabanyal-Malvarrosa, que "rompe" el barrio al atravesarlo y ha propuesto como alternativa hacer un vial en el antiguo comino de Canal.
