La Passejà de Sant Onofre ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Autonómico por la Generalitat Valenciana. La alcaldesa de Quart de Poblet, Carmen Martínez, ha realizado el anuncio en la inauguración de la exposición fotográfica conmemorativa de la Passejà, que se ha organizado con motivo de su 300 aniversario este sábado.
Este reconocimiento llega cuando la fiesta está a punto de cumplir 300 años y durante todo el año se han realizado actividades para conmemorarlo. Pero ya se acerca el momento y en las calles ya se vive el ambiente festivo. El sábado se dio el pistoletazo de salida de sendas exposiciones sobre esta tradición con una traca correguda que comenzó en la ermita de San Onofre y terminó en la biblioteca municipal.
La alcaldesa Carmen Martínez y el presidente de Amics de la Passejà fueron los encargados de abrir las muestras, acompañados de los vecinos y vecinas de la localidad. Una de ellas se exhibe al aire libre con imágenes emblemáticas que se remontan varias décadas y la otra se puede disfrutar en la Oficina de Información Turística, l'Estació en la que se repasa la historia de la Passejà.
Carmen Martínez, ha sido la que anunció la nueva consideración que ha recibido la fiesta con la lectura de la resolución en la que el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, otorga este título honorífico a La Passejà de Sant Onofre. "Este es el broche de oro a una historia compartida entre el Ayuntamiento, la ciudadanía y la Asociación Amics de la Passejà, que lleva años implicada en custodiar, a nuestro lado, la tradición que más nos define como vecinos y vecinas de Quart de Poblet, la Passejà", comentó.
Historia
En 2018 La Passejà ya fue nombrada Fiesta de Interés Turístico Provincial. En los últimos años, el Ayuntamiento ha intensificado las gestiones y aportado toda la documentación necesaria para conseguir que se reconociera como lo que es, una fiesta única en la Comunitat y que merece ser distinguida como tal.
Este año se cumplen tres siglos de esta tradición según la cual Sant Onofre, patrón de Quart de Poblet, escuchó las súplicas de su pueblo y acabó con la sequía la noche de un 9 de junio de 1723. Los cultivos se salvaron y, de forma espontánea, los vecinos y vecinas subieron a la Ermita y pasearon al santo acompañándolo de fuego, música y alegría.
Desde entonces, y de forma ininterrumpida, se ha mantenido viva la leyenda y aquel paseo se convirtió en La Passejà. Una fiesta singular de la Comunitat Valenciana que recibe gran cantidad de visitantes, tanto vecinos que ya no viven en la localidad y que regresan ese día para reunirse con familiares y amigos, como ciudadanos de otras localidades que llegan atraídos por esta manifestación cultural.