Agentes de la Policía Nacional han desmantelado en las localidades de Alzira y Algemesí tres plantaciones indoor de marihuana y han detenido a una mujer y a un hombre de 40 y 52 años respectivamente, de origen español, como presuntos autores de los delitos contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico. A la arrestada se le imputa además un delito de tenencia ilícita de armas tras localizar una escopeta y un arco deportivo con flechas en uno de los puntos. Se han intervenido un total de 729 plantas de marihuana.
Las investigaciones, llevadas a cabo por agentes de la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Policía Nacional de Alzira-Algemesí, se iniciaron tras recibir diversas informaciones de la posible existencia de cultivos de marihuana en dos viviendas de Alzira, colindantes entre sí.
Las labores policiales permitieron el establecimiento de un dispositivo policial, en el que también participaron agentes del Grupo Operativo de Respuesta (GOR) de Alzira, dando lugar a la entrada en los inmuebles. Allí se localizaron dos plantaciones de marihuana, interviniendo 441 plantas de esta sustancia repartidas en habitaciones destinadas a tal actividad. Asimismo, en uno de los puntos se hallaron una escopeta y un arco deportivo con flechas. Por tales hechos, un hombre y una mujer fueron detenidos como presuntos autores de un delito contra la salud pública y otro de defraudación de fluido eléctrico, al comprobar la existencia de un enganche ilegal al suministro eléctrico. A la arrestada también se le imputa un delito de tenencia ilícita de armas.
Una casa deshabitada como laboratorio de cultivo de marihuana
Días después, en otra investigación paralela en Algemesí, la policía judicial dispuso otro operativo en colaboración de la Policía Local de esta localidad, para la neutralización de un punto de cultivo de marihuana. Una vez localizada la vivienda, se efectuó una entrada y registro, siendo halladas en su interior un total de 288 plantas en avanzado estado de crecimiento.
El inmueble, que se encontraba deshabitado, era utilizado exclusivamente para albergar las instalaciones de marihuana mediante un enganche ilegal a la red eléctrica, contando con sofisticados sistemas de frío-calor, iluminación led y extractores a fin de proporcionar las condiciones idóneas para el crecimiento de las plantas. Los agentes identificaron a la propietaria, una mujer de 44 años de origen español, dando cuenta de las actuaciones a la autoridad judicial.