Valencia corre riesgo de perder uno de sus árboles más queridos. Al menos eso se aprecia tras la caída de una de las ramas principales del Ficus Marophylla del Parterre, un árbol que lleva más de siglo y medio dando sombra a los valencianos y que se ha roto este mediodía aplastando el techo de un coche que estaba aparcado en las inmediaciones. Además cuatro personas han resultado heridas de carácter leve .
Desde el ayuntamiento el Concejal Delegado de Jardinería Sostenible y Renaturalización de la Ciudad, Sergi Campillo, achaca este suceso a la vejez del árbol centenario que estaría llegando al final de su ciclo de vida, y al estrés hídrico que ha sufrido este verano donde se han registrado récords de temperatura históricos.
Sin embargo algunos vecinos consideran que en ese caso se habría podido evitar el derrumbe, y que lo que pasa es que este árbol protegido no ha tenido una vigilancia adecuada y se han permitido la instalación de actividades como una gasolinera y, más recientemente, unas zanjas que estaban abriendo a su alrededor para la mejora de la conducción de aguas potables.
Tal y como señalan algunos vecinos de la zona, hace un mes ya se abrió una grieta en el árbol que debía haber encendido todas las alarmas del ayuntamiento.