José María Salcedo. EPDAEl abogado José María Salcedo, de Ático Jurídico, analiza reclamaciones en las que se puede ganar al Estado.
Son muchos los que piensan que contra Hacienda lo mejor es callar, conformarse y pagar. Pues bien, nada más lejos de la realidad. A diario, los Tribunales dictan resoluciones dando la razón a los contribuyentes frente a la Administración Tributaria. Muchas liquidaciones y sanciones son anuladas. Hay reclamaciones incluso, en las que lo raro es que Hacienda no sea la parte perdedora. Por ello no se deje desanimar, y preste atención. Éstas son algunas de las reclamaciones en las que los contribuyentes le están ganando el pulso a Hacienda.
La práctica totalidad de las comprobaciones de valores son anuladas por los Tribunales judiciales o administrativos. La jurisprudencia ha exigido a la Administración que visite el inmueble comprobado, y esto es algo que casi nunca se hace. Incluso existiendo dicha visita, las liquidaciones se anulan igualmente, por errores en la metodología empleada por el perito, y por no ser valoraciones individualizadas. En definitiva, no recurrir una comprobación de valores, en la Comunidad Valenciana, es prácticamente regalarle el dinero a la Administración.
Hacienda está exigiendo a muchos contribuyentes, deudas que no son suyas. Muchas veces se trata de deudas que tenías sociedades que cerraron, y de las que se era socio o administrador. Otras veces es el mero hecho de adquirir, ya sea por compraventa o donación, un inmueble de un familiar que tiene deudas con el Fisco. Dicho procedimiento recaudatorio se conoce como derivación de responsabilidad, y las cuantías exigidas suelen ser muy elevadas.
Hay que atender a cada caso para ver las posibilidades de éxito. Pero si está bien asesorado, muchas de estas derivaciones pueden acabar anulándose en los Tribunales. Merece por tanto la pena recurrir. Y es que ésta es la única forma de anular la deuda que se exige al contribuyente.
Estamos ante uno de los impuestos de los que más se ha hablado en los últimos meses, y cuyas liquidaciones siguen anulándose en los Juzgados y Tribunales. Si ha transmitido un terreno en pérdidas, las posibilidades de éxito son elevadísimas. Pero hay Juzgados incluso, que anulan el impuesto en casos en los que se ha obtenido ganancia. Además, la fórmula de cálculo del impuesto ha sido muy cuestionada, y su futuro está pendiente de la decisión que tome el Tribunal Supremo.
Por ello, no recurrir una liquidación del impuesto de plusvalía municipal, es darle un respiro a su Ayuntamiento.
Para sancionar a un contribuyente, Hacienda tiene no sólo que demostrar que ha infringido la normativa, sino también que lo ha hecho de forma culpable. Es decir, no se puede sancionar a un contribuyente por declarar de forma distinta a la que Hacienda considera que es la correcta. Hacienda tiene que probar su culpabilidad. Y a estos efectos, no basta con que la norma sea clara, con que el contribuyente cuente con muchos medios económicos y técnicos, que sea una gran empresa... Ni tampoco es suficiente afirmar que su interpretación de la norma no fue razonable. Así lo han declarado de forma constante los Tribunales. Y por ello, la mayoría de sanciones tributarias son anuladas.
Si está sufriendo una inspección de Hacienda, la solución tampoco es conformarse y callar. De hecho, no es conveniente reconocer errores o actuaciones negligentes ante la Inspección (que serán utilizadas en su contra). Ni tampoco entregarles toda la documentación que soliciten. Además, es mejor que el contribuyente, o su asesor, no comparezcan ante la Inspección. Y es que ambos conocen toda la información de la empresa, y difícilmente podrán eludir las preguntas que se les planteen. Indicar por último que con Hacienda se puede llegar a acuerdos, pero analizando caso por caso, y no a cualquier precio.
En definitiva, Hacienda no es invencible, y esto es algo que debe calar en los contribuyentes. A Hacienda se le gana en los Tribunales. Pero para ello, es necesario que los contribuyentes recurran.
