El pasado sábado día 26 de noviembre en la Masiá del Carmen del término municipal de Llíria, se reunieron treinta y cinco personas, profesores y alumnos, para celebrar que hace cincuenta años abrió las puertas el Instituto Nacional de Bachillerato de Llíria, hoy conocido como IES Camp de Túria.
En un ambiente de amistad y concordia, fueron llegando los alumnos y profesores a las once treinta de la mañana, pudiendo revivir en un ambiente entrañable el reencuentro. En este grupo de alumnos, del que yo también soy parte, pudimos hacer un brindis matutino, por lo histórico de la jornada, en la que recordamos a Don Ignacio, D. Leandro, D. José Inat, María Ribas, Pilar Abella, Vicente Adriá, Elena Jiménez, Francisco Aliaga, José Luis Giménez, Jaime García, Amparo Masiá… es decir a los profesores que aquellos primeros años, formaron el Claustro del Instituto.
En esta celebración estuvieron presentes Isabel Tormo, Ana Iborra, Rosa Cabrera, Inma Peiró y también nos manifestaron su presencia virtual Chelo Boquera, Francisco Sanguesa, D. José Alonso, Aurelia Argente y Salvador Castells. Lo primero fue recordar aquellos años, donde unos adolescentes que hoy peinamos canas, vivimos un momento de nuestras vidas inolvidable, tanto es así que esta promoción, tenemos un calendario de actividades donde es posible hacer excursiones, comidas o viajes en una sana convivencia.
Pudimos disfrutar del buen clima que nos acompañó toda la jornada en el campo, al igual que gozar de unas maravillosas instalaciones que altruistamente nos ofreció un compañero para acogernos en su Masiá. Dos paellas: una valenciana y otra de arroz del senyoret, fue el distinguido menú que compartimos en esa maratoniana jornada.
Al final de la comida, no podía faltar la tarta de aniversario, cuyas velas fueron apagadas por las profesoras, con el canto de "Cumpleaños Feliz", pidiendo los mejores deseos para todos los presentes y ausentes, pensando en la próxima reunión y celebración de un nuevo aniversario.
Estos momentos grandes de la vida, se enmarcan en el cuadro que tiene por nombre felicidad. Así es, la felicidad de un reencuentro, la armonía de poder comunicarnos y la satisfacción-orgullo, de poder compartir la mesa, después de tantos años con los queridos profesores a los que nunca les pagaremos la paciencia que tuvieron con nosotros, los años de juventud que nos dieron (éramos sus primeros alumnos) y los recuerdos que fluyen en cada encuentro. Ellas y ellos nos dieron lo mejor, pero no nos olvidemos que sin alumnos no hay profesores, nosotros también fuimos esos alumnos despiertos que supimos aprovechar el tiempo, enamorarnos (en el mejor sentido de la palabra) de las profesoras y procurar que no cayeran en el olvido.
Fue un jornada especial, donde una vez más el sentir quinceañero de los alumnos de las primeras promociones del INB estuvo latente, a la vista de los años que no han dejado de unirnos.
Posiblemente sea el momento de plantearse hacer una fiesta ANIVERSARIO para todos los alumnos y profesores del instituto que a lo largo de los cincuenta años, hemos sido parte de su docencia a la vez que hemos vivido en sus aulas los cimientos de nuestra vida educativa, laboral y personal.
¡Cuántas gracias tenemos que dar a la historia y a la vida, por hacer posible que el INB de Llíria, nos uniera. Feliz cincuenta Aniversario!