Los vecinos de la Isla Perdida, barrio de Valencia, ganaron la lucha contra unos okupas el pasado noviembre, tras seis meses de enfrentamientos. El momento cumbre del conflicto sucedió cuando los ocupantes fueron llevados al calabozo tras amenazar a los vecinos, ocasión que aprovecharon para colocar una puerta de metal blindado poniendo fin a la contienda.
Los okupas fueron denunciados por una vecina a la que amenazaron directamente, aunque no acudieron al juicio que se celebró en enero. Según los vecinos, eran una pareja de unos 30 años, drogodependientes y con constantes peleas, además vivÃan con un perro de raza pitbull que mordió a un perro de la finca adyacente y que finalmente fue llevado a una protectora.
Estos invasores ocuparon el piso, propiedad de Bankia, en junio, ya que, el hermano del anterior dueño de la casa forzó la cerradura para alquilarles esta vivienda, pero estos cambiaron el cerrojo para no pagarle el "alquiler".