Dos años después del arranque de la campaña "Soy mayor, no idiota", campaña de sensibilización de la sociedad en general y de las entidades bancarias en particular imnpulsada por el valenciano Carlos San juan, siguen dándose casos donde los mayores se sienten discriminados, cuando no directamente menospreciados, en sus trámites bancarios.
La denuncia más reciente se ha realizado en Puerto de Sagunto donde una mujer mayor de 65 años mantuvo una amarga discusión con un empleado que se negó, de malas maneras, a ayudarla en el trámite que necesitaba.
El Periódico de Aquí ha podido comprobar por dos fuentes independientes, que los hechos sucedieron el jueves 4 de julio, sobre las 9:50 de la mañana, en la oficina del Banco Santander situada en la avenida 9 de Octubre, número 24, del Port de Sagunt. Donde una mujer de más de 65 años pidió ayuda para realizar una gestiones en ventanilla ya que no podía usar el cajero, obteniendo como única respuesta que en la Escuela de Adultos de la localidad se realizaban cursos de informática para mayores.
La respuesta inició una discusión en la que la mujer mostró su indignación con el empleado delante de todos los clientes presentes en ese momento en la sucursal bancaria. Marchando recordando al empleado que los mayores de 65 son una gran parte de los clientes de la sucursal.
Una de las testigos de la discusión, que prefiere mantener el anonimato, señala que la mujer no podía físicamente usar el cajero. "Nada más entrar la mujer me había pedido ayuda porque se había dejado las gafas de cerca y no podía leer bien" declara la testigo.
La campaña "Soy mayor no idiota" recogió más de 60.000n firmas y fue un auténtico fenómenos social en 2022. Pero estas firmas aún no han conseguido su objetivo de convertirse en una iniciativa legal que obligue a los bancos a adaptar sus servicios a la cada vez más envejecida población española, ni a acortar la brecha digital con las generaciones más antiguas del país.