Una instantánea del partido. - EPDAEl Balonmano Morvedre se enfrentaba al Liberbank Gijón, segundo clasificado en Liga Guerreras Iberdrola. El club saguntino necesitaba la victoria para continuar soñando con la permanencia. Y con coraje y corazón pusieron un 24-23 en el marcador del René Marigil.
El reto era complicado, pero no imposible. Y quedó claro desde el minuto uno de partido. Morvedre salió como una apisonadora y encadenó un parcial de 3-0 y otro de 5-0. Rondaba el minuto siete y el marcador lucÃa un 8-2.
Sin embargo, tras unos primeros compases muy serios de Morvedre, con una defensa intensa y atenta, Gijón parecÃa entrar en el partido y reducÃa distancias. Las pupilas de Vicent Sos no encontraban la forma de continuar perforando la porterÃa rival. Esto permitÃa a las visitantes acercarse en el marcador y colocar un 9-6 a cinco minutos de acabar la primera mitad.
Las locales, lejos de rendirse, siguieron creyendo en su juego y recuperaron las sensaciones y la efectividad mostrada durante los primeros minutos. AsÃ, el marcador era de 12-7 al descanso, una ventaja de cinco goles para las saguntinas.
La segunda parte comenzaba igual que la primera. Las valencianas mantenÃan su buen ritmo anotador y defendÃan cada ataque rival con fuerza y energÃa. La gesta estaba un poco más cerca.
Morvedre jugaba a un nivel muy alto y el René Marigil era una fiesta. Cánticos de "sà se puede" inundaban un pabellón totalmente entregado a sus guerreras. Las saguntinas mantenÃan una sólida ventaja a falta de 10 minutos para el final: 21-16.
A falta de cinco minutos para el final llegaron los nervios y la desconexión de Morvedre y tras un parcial de 1-5, el luminoso lucÃa un 22-21. Pero los dos puntos no se podÃan escapar después de tanta lucha, y un golazo de ShandyBarbosa y otro de Naiara Rubira daban la victoria al conjunto valenciano: 24-23.
Como de costumbre, Shandy Barbosa llevaba en volandas a su equipo con nueve tantos. El buen hacer de la internacional española y del resto de sus compañeras permiten a Morvedre seguir soñando con la permanencia.
