El equipo de cuidado animal muestra cautela, reforzando el protocolo y la intensa vigilancia, pues la evolución en las primeras horas y los próximos días es fundamental. -EPDANervios contenidos, cansancio acumulado, algún sobresalto y un silencio absoluto del equipo técnico hasta que las cámaras mostraban el momento exacto del parto de la elefanta Maja. Unas imágenes conmovedoras en las que se aprecia con total claridad el nacimiento de la preciosa cría que ha tenido lugar esta noche a las 02:14h, tras una gestación de 651 días y que ha desatado la emoción. Todo el sistema de cámaras desplegado era necesario para garantizar un seguimiento no intrusivo, facilitar que el parto se completara de forma natural y ha permitido incluso escuchar el sonido del líquido amniótico al derramarse súbitamente. También es fundamental para observar el comportamiento de la madre y comprobar que la crianza se desarrolla correctamente y ha propiciado contemplar la impresionante actitud y curiosidad del resto de la manada, cuando cada uno de los elefantes ha ido acercándose para conocer al "bebé". Un instante enternecedor ha sido el encuentro con la pequeña Makena, de poco más de un año, con la ilusión de un "primo o prima" con quien jugar.
Con el fin de no realizar ningún cambio en las rutinas, hasta las 7 de la mañana no han accedido a las zonas interiores las personas especializadas en su bienestar. Por el momento todo se está desarrollando con normalidad y, al tratarse del segundo nacimiento, tanto para la manada de elefantes como para todo el equipo técnico, las actuaciones ante esta nueva situación son más previsibles. El "elefantito" evidencia una conducta completamente innata, mamando a demanda y siguiendo instintivamente a su madre. Por su parte Maja ha reflejado claramente su sorpresa ante el acontecimiento y, tras los primeros titubeos, ya está aportando todas las atenciones necesarias. En cualquier caso, es importante permanecer con toda la cautela obvia ante la delicadeza de un recién nacido, aunque éste tenga un peso entre los 80 y 100 kg, ya que los primeros días de vida siempre son críticos.
Este nuevo nacimiento es una segunda alegría para BIOPARC, pues permite afrontar con optimismo las acciones de conservación promovidas por la Fundación. Del mismo modo, refuerza la esperanza del Programa Europeo de Conservación de Especies en Peligro (EEP) en el que participa el parque valenciano para preservar al elefante de sabana (Loxodonta africana). Cabe recordar que se trata de una especie en peligro de extinción incluida en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Actualmente BIOPARC Valencia alberga un grupo de un macho, seis hembras adultas, una cría y el recién nacido, quien por ahora permanecerá bajo seguimiento en las instalaciones interiores junto a su madre, mientras el resto de la manada podrá contemplarse en la zona que recrea fielmente sus hábitats de origen.
