Titaguas, esa preciosa localidad valenciana perteneciente a la comarca de Los Serranos no me ha regalado una amiga, MarÃa Teresa Andrés Herrero se ha convertido para mà en una madre. Ella se preocupa por mi, cada noche concilio el sueño hablando con ella... Es todo un regalo del aire del secano.
Y, en mis ansias de conocer los orÃgenes de este regalo del cielo me sumerjo en la historia de la cuna que la arrulló.
La sorpresa asoma en mi rostro al empezar a investigar. Los orÃgenes de esa preciosa localidad son inciertos aunque se auguran como primitivos pues uno de sus primeros brillantes son las pinturas rupestres del "TÃo Escribano".
En la partida de La Cabrera existen indicios de la presencia de una población mora pero documentación fáctica no tenemos datada antes de la Reconquista.
La primera noticia documentada pertenece al rey Jaime I "El Conquistador", dejó varias aldeas bajo la jurisdicción de Alpuente y, poco después se produjo el asentamiento de los cristianos.
Eso fue asà hasta 1729 cuando Felipe V le concedió el privilegio de Villa Real.
No debemos olvidar algo, en el año 1520 el obispo de Segorbe abrió la vicarÃa como dependiente de la parroquia de Alpuente.
Ante todo lo cual fue creciendo una conciencia religiosa convertida en un avión bimotor con su evolución como villa.
'La Lira" esa melodiosa banda de música también es historia del pueblo pues data del siglo XIX. Es la segunda más antigua de la comunidad Valenciana.
El emblema heráldico de este bello pueblo parece de origen romano. Sobre un ara descansa una columna coronada por unas aspas, a ambos lados cipreses y, tras el ara tres cruces.
Goza también de un precioso patrimonio histórico.
La ermita de la Virgen del Remedio, patrona del pueblo, fue destruida en el siglo XIV durante las guerras Carlistas pero los titagüenses la reconstruyeron plagados de esfuerzo en el siglo XIX.
La iglesia parroquial del Salvador es del siglo XVI y hace gozar al visitante de la misma su magnÃfico estilo Renacentista y ese regio castillo de Titaguas resguarda la realeza y la belleza de todo lo nombrado anteriormente.
Incluida la " Casa del Sastre" o la "Casa de los Graneros". Está última es espejo de la importancia de la ganaderÃa y la agricultura en esas tierras pues es su sustento.
Titaguas es muy rico en yacimientos y pinturas rupestres, eso el oriundo no lo ha olvidado y quizás es el motivo por el cual preciosos murales están apareciendo en la villa, conocen su historia y la respetan.
San Antonio Abad lo celebran agradecidos, bendicen los animales pidiendo a Dios su bendición para ellos. No olvidan a "Los Mayos" cantándoles el fin de semana siguiente al 30 de abril. Es imposible no emocionarse en la Fiesta de la Vendimia pues Titaguas agradece a la tierra su sustento.
¿¿Y cómo no??? Las fiestas en honor a la Patrona, la Virgen del Remedio y Jesús Nazareno . Estás hacen relucir el sol la primera decena de septiembre. Y atención. ¡¡¡Sorpresa!!! ¡¡¡Cada siete años hay fiestas gordas!!!
La riqueza folklórica de Titaguas es realmente impresionante y lucha por mantener viva sus costumbres y tradiciones.
La Mojiganga es un baile nacido allà para honrar a la Virgen del Remedio aunque poco a poco se fue extendiendo y llegó a Algemesà incluso a algunas zonas de Cataluña. Tiene 2 partes una religiosa y la otra profana.
Las Torres humanas también se bailan en esas Fiestas Mayores, delante de la Iglesia y del Ayuntamiento.
Este verano probaremos las migas y las gachas, degustaremos ese embutido delicioso tras gozar la sierra del Picoteo drenada por el rÃo Turia. Admiraremos las maravillas de la naturaleza en la Sierra del Picote, los cerros de la Lámpara o el Castillo de la Cabrera entre otras muchas cosas...
¡¡¡Gracias Titaguas por el mejor presente amor siempre latente de MarÃa Teresa Andrés Herrero, una madre más en mi vida, nacida en Titaguas!!!!