Sandra Gómez, vicealcaldesa de Valencia. EPDAEsta es una legislatura que le está sentando muy bien al gobierno municipal, que nos está permitiendo consolidar los proyectos inciados en la anterior legislatura. Respecto a lo malo, la crisis sanitaria, que ha cambiado nuestros planes y que ha generado sufrimiento a miles de familias en la ciudad.
Ha dimitido el gerente.
Hay que ceñir las responsabilidades dentro de los ámbitos donde ocurren las cosas. Ha sido un problema que ha surgido en la EMT y en la EMT se ha solucionado.
No nos olvidemos de lo que ha pasado. Esto ha sido un fraude, el PP quiere asemejarlo a los
años terribles de corrupción. Esto es otra cosa. Ningún partido, ni ningún político, está metido en este tema.
Hay una discrepancia. Compromís tiene varios partidos, pero mi interlocutor es Ribó y con el estoy consensuando y llegando a un acuerdo, donde yo tengo claro las premisas que necesita Benimaclet: dotaciones públicas, un gran parque y vivienda pública. Eso es irrenunciable.
En mayo de 2021 lo dudo.
No.
Que tendrán que irse igual.
Eso es absurdo, no va a pasar. Pero el Ayuntamiento tiene formas de apretar para que el club acabe las obras del nuevo Mestalla. Y es lo mejor para el club y para los vecinos.
Ha supuesto un cambio trascendental para la ciudad de Valencia. Era algo pendiente, que ya tendría que haber hecho el PP y que ya han hecho todas las ciudades de España. Tenemos que adaptar la plaza a las necesidades de la sociedad del siglo XXI.
No. Estaríamos aún con una rotonda, en lugar de una plaza. Ha sido una obra barata, para la mejoría que está ocasionando para la ciudad. En cualquier ciudad del mundo se está apostando por el urbanismo táctica, con independencia de las obras duras posteriores. Es algo que se ha hecho en la Plaza de San Agustín y en la Plaza de la Lonja. Para proteger estas zonas. Son peatonalizaciones que se debían acelerar.
Queremos hacer un gran paseo de València al mar, que tiene más sentido que la ampliación
de Blasco Ibañez, destruyendo el barrio del Cabañal.
No teníamos la guía de urbanismo táctico aprobada, ya la tenemos. Y además estamos esperando a que Movilidad nos pase la planta viaria.
Cuando tengamos la planta viaria.
No es mi servicio, esperemos que en cuanto puedan.
Espero que sea un homenaje a Berlanga. La ciudad tiene que poner en valor esta figura. Hemos tenido al mayor cineasta de España, y que menos que la academia venga aquí ha rendirle homenaje en su centenario. Además sevirá para visibilizar al sector audiovisual valenciano.
Todo tiene un coste. Serán 2 millones entre tres administraciones. Pero este es un evento con una repercusión directa y una inversión para la ciudad. Es un proyecto que se une a la ventanilla única para acelerar los permisos de rodaje en la ciudad. No hay nada más rentable que aparecer en una pantalla de cine o en una serie de televisión.
A Valencia le viene bien que gobierne el partido socialista. El PP genera la deuda de 400 millones de la Marina Real y el gobierno la condona. El PP genera un conflicto con los autobuses metropolitanos y el PSOE
lo soluciona. Y el Parque Central es sin duda lo más importante, es una operación que lleva 30 años y ha sido una de las prioridades de Ábalos, que lo ha puesto en marcha. El PSOE gasta menos en farandulas y más
en hechos.
Son expansivos, los más altos de la historia. Hemos aumentado el gasto en la partida sanitaria, en ayudas a la reactivación económica y para paliar la crisis social. Todo ello, aumentando la inversión.
Este es un tema que me cansa, y que no es cierto. No por repetir mil veces una metira es una verdad. La subida del IBI afecta a las grandes superficies. Y la del IAE a negocios que facturen más de un millón de euros.
No hay ninguna gran ciudad del mundo que haya garantizado a sus ciudadanos una mascarilla diaria. Nadie ha podido dar esa respuesta. La respuesta se da reduciendo el IVA como ha hecho el gobierno de España. O garantizando el suminsitro, como ha hecho Ximo Puig. Nadie nos puede dar lecciones.
La pandemia tuvo la mala suerte de coincidir con las Fallas. Había mucha incertidumbre, y el Ayuntamiento decidió estar a lo que determinara el Gobierno de España y la Generalitat. Cuando se descontroló el virus en la segunda semana de marzo, se suspendieron las Fallas inmediatamente. Ahí se falló a nivel internacional. Todos los paises cayeron en un efecto dominó.
Esta decisión la debe tomar la asamblea de fallas. Pero en mi opinión personal, yo me esparía para poder celebrar las Fallas en todo su esplendor. 2020 era el año de muchas falleras y objetivamente lo han perdido. En 2021 serán Fallas descafeinadas, pero si se puede esperar a junio haciendo algo más, como política me parecería lo mejor.
En lo personal, seré mamá. Lo más importante que me va a pasar en la vida. En lo profesional 2021 será el año de la esperanza y de la recuperación.
